Una vez más
Ronald Araujo se mostró muy efectivo en defensa y expeditivo en la salida del balón, mostrando frescura, piernas y ambición por activar al equipo. El zaguero uruguayo subió con su colocación las líneas azulgrana y no se perdió ninguna de las acciones a balón parado en las que el Barça tuvo la opción de colgar el balón. Hasta merodeó el punto de lanzamiento de la falta más peligrosa del partido para el Barça, pero fue finalmente
Coutinho el encargado de ejecutarla, sin acierto.
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