La Mercè se estrena con un macrobotellón de 15.000 personas en la plaza España de Barcelona

Noche de fiesta en el centro de Barcelona. Y no una fiesta cualquiera, sino la versión masiva, despendolada y callejera que la pandemia y el cierre del ocio nocturno no han hecho más que amplificar. Más o menos lo mismo que ya se ha visto durante las últimas semanas en las playas y plazas de la ciudad pero corregido y aumentado gracias al eco de las fiestas de la Mercè, que arrancaron ayer mismo.


Así, mientras la ciudad estrenaba fiesta mayor con conciertos debidamente perimetrados y asientos con reserva previa, unas 15.000 personas se concentraron viernes hasta la madrugada en la plaza Espanya de Barcelona y sus alrededores. El teniente de Cultura y concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, ha querido desvincular las aglomeraciones de la programación de las fiestas, pero reconoce la impotencia del consistorio a la hora de frenar este tipo de botellones. «Hay fenómenos que hasta que no recuperemos la normalidad son difíciles de impedir. Con la pandemia, la gente joven lleva dos años sin poder disfrutar de la fiesta y hay un deseo y un impulso», ha explicado este viernes. Martí también ha explicado que si la Guardia Urbana no intervino fue para no empeorar la situación.



Las aglomeraciones comenzaron pasada la medianoche, cuando terminaron los conciertos de recintos como el Estadio Olímpico, uno de los de mayor aforo de la Mercè gracias a sus 3.000 asientos, y se alargaron hasta bien entrada la madrugada. Para estas fiestas, la Guardia Urbana ha preparado un dispositivo de 1.000 agentes, más de la la mitad de los cuales en turno de noche. Según el Ayuntamiento, a lo largo de la noche sí se desalojaron otras concentraciones menores de personas que podían molestar a los vecinos en varios puntos de la ciudad.


La primera noche la Mercè se cerró también con 20.000 personas que disfrutaron de los diferentes conciertos y actividades. Según Martí, todos los escenarios «abrieron con normalidad» y el dispositivo de reserva previa funcionó correctamente. Además, cada día el Ayuntamiento pondrá a disposición del público «entre 3.000 y 4.000» entradas adicionales para los conciertos a través de su página web, después de que el Procicat haya flexibilizado ligeramente las restricciones de aforo para hacer frente al coronavirus.