Madrid exime por segundo año del pago del canon a los libreros de la Cuesta de Moyano
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El objetivo de esta exención es paliar el grave impacto que ha tenido la crisis sanitaria sobre los 29 libreros. «El parón de tres meses por el confinamiento, la falta de turistas y el teletrabajo nos han hecho mella. Ni en la Guerra Civil paramos tanto tiempo, solo cinco días. Pagar ahora el canon hubiera sido la puntilla para muchos de nosotros», insiste Méndez.
La mayoría de ellos acarrea todavía deudas derivadas del error de gestión del gobierno de Manuela Carmena, cuando tras aplazar varios años el pago de la tasa, les enviaron todos los recibos al mismo tiempo: «Esta medida también impide que se me junten todos los pagos», dice Méndez, que aún tiene un agujero de 4.000 euros. Con el fin de apoyarlos y dar más visibilidad a la Cuesta, desde 2020, el Área de Cultura, que dirige Andrea Levy (PP), financia el plan denominado 'Madrid sube la Cuesta'. Coordinado por la asociación ciudadana Soy de la Cuesta, organizan eventos literarios para atraer a nuevos y viejos públicos e para impulsar la «reactivación de su actividad comercial y cultural tras el Covid-19». Un ejemplo de estas acciones son las denominadas ‘Firmas de fin de mes’, por las que ya han pasado figuras relevantes de nuestra literatura actual como Espido Freire, Pío Caro Baroja o Andrés Trapiello.
En ese contexto, se ha celebrado también el acto homenaje en torno a la figura de
Francisco Umbral
y de
David Gistau
, dos insignes escritores relacionados con la historia de la Cuesta de Moyano y la vida literaria madrileña, que tuvo lugar el pasado 23 de junio en la caseta 22 de la Cuesta y que contó con la participación de los amigos de ambos Antonio Lucas, Ángel Antonio Herrera, Juan Soto Ivars y Manuel Jabois.