La cara de poker de Piqué: señalado y sustituido a la media hora
Pero la decisión que resume el caos en el que se encuentra sumido Koeman fue la sustitución de Gerard Piqué a la media hora de juego. El central no sufría ninguna molestia porque no fue atendido en el banquillo y la excusa sobre el riesgo de expulsión que corría por su temprana amarilla suena a excusa teniendo en cuenta la experiencia del catalán y lo guarnecida que estaba la zaga culé. Se sentó Piqué y cedió su puesto a Gavi, presumiendo una apuesta valiente y un cambio de esquema, pero el técnico decidió incrustar a Frenkie de Jong, clarividente en la fase ofensiva, en el eje de la zaga.
Piqué asistía incrédulo y con cara de pocos amigos al desenlace del encuentro. Ni siquiera se puso una sudadera, ni había un mínimo gesto de dolor en su rostro, ni se dirigía al médico del club. Estaba siendo el gran señalado de la derrota que estaba sufriendo el equipo en Lisboa. La imagen, con el futbolista recostado y la mirada perdida, resume el partido y la situación que vive el club. Seguramente, la decisión de Koeman tendrá consecuencias en el vestuario.
«La Masía es el camino y el estilo de juego irrenunciable. Este estilo genuino y reconocible, que no tiene ningún otro equipo del mundo, si lo hacemos compatible con técnicas de alto rendimiento deportivo nos ponemos en otro nivel. Así seremos imbatibles», presumía Laporta durante el almuerzo con la directiva del Benfica. El presidente no se esperaba lo que Koeman había pergeñado para el partido ante el equipo luso pero se cargó de razones para tomar una decisión drástica.
El técnico agitó tarde al equipo, con tres cambios en el minuto 67, justo antes de encajar el segundo gol. El Barcelona se complicó mucho la clasificación para los octavos de final. Está obligado a ganar los dos encuentros ante el Dinamo de Kiev y remontar la diferencia de goles con el Benfica en el Camp Nou.