Caja y bombo sin reciprocidad
Se conversa como cada año por estas fechas, un poco más si cabe, sobre los límites de la libertad de expresión en las coplas de las chirigotas de Cádiz y esa gatera del «animus iocandi» por la que se cuelan todos los faltones del reino. Un electo madrileño pasó por ahí, y un magistrado se lo permitió, su inenarrable «Irene Villa va a buscar repuestos al cementerio de las niñas de Alcásser», amén de otros presumibles chistes viejos plagiados con evidente falta de ingenio, de carácter racista y apólogos del genocidio. Читать дальше...