SI de él dependiese, Mariano Rajoy tendría como único rival a Pedro Sánchez. O mejor aún, a Pablo Iglesias, cuya capacidad para inspirar miedo le es de enorme utilidad. La existencia de Albert Rivera, en cambio, le resulta cada día más insoportable, aunque gracias a su apoyo siga al frente del Gobierno. Probablemente por eso, de hecho. Deber el puesto a un muchacho percibido como un advenedizo, que en el primer asalto te ha «robado» 32 escaños de golpe, no es píldora fácil de tragar. Y si por añadidura el chico sale respondón... Читать дальше...