Como otros niños con progeria, la enfermedad de los niños ancianos, Sammy Basso nació sano y lozano. Solo al cumplir el año de vida, empezaron a aflorar los primeros signos externos e internos de un envejecimiento acelerado. En plena infancia, su cuerpo había empezado a envejecer. Hoy Sammy es un caso único: a sus 23 años es el más longevo de cuantos, como él, tienen progeria, una enfermedad, rara entre las raras, que padecen apenas un centenar de personas en todo el mundo.
Sin apenas pelo, con ojos prominentes y una piel casi transparente... Читать дальше...