Calamaro: parar, templar y mandar
Con Andrés Calamaro (Buenos Aires, 1961) pasa como con los grandes genios: o se les ama o se les odia. No hay término medio. Políticamente incorrecto («como músico de rock tengo el compromiso de ofender, de gustar pero ofender. Es lo que viene haciendo el rock desde que existe, si no lo hacemos nos van a reclamar y no sin razones») y provocador nato. Ahí están, por ejemplo, sus manifestaciones de apoyo al partido de Santiago Abascal o su defensa a ultranza de la tauromaquia. Era interesante ver... Читать дальше...