Los mapas, hay que mirar los mapas. La geografía del voto es tan decisiva en unas elecciones como la aritmética. Sobre todo ante un escenario multipartidista, donde las fuerzas contendientes se topan en más de la mitad de las circunscripciones con un cuello de botella, o más bien un cedazo que criba una parte muy significativa del sufragio. Sólo pasan ese filtro los más grandes, los más fuertes, los más votados. El resto, indefectiblemente, se queda fuera: cada noche electoral se va al limbo un número bastante importante de papeletas. Читать дальше...