¿Recordáis a los rohingyas? Monjes budistas los exterminaban, en 2017, por ser musulmanes. Era un genocidio consentido por la presidenta de Myanmar, la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. Un millón acabó en el campamento de Cox’s Bazar, en el vecino Bangladesh. Pues bien, ahora mientras Aung San Suu Kyi posa entre firmantes del acuerdo comercial Asia-Pacífico, incluida la progresista presidenta neozelandesa Jacinda Ardern, pasa inadvertido el traslado forzoso por Bangladesh de los rohingyas a una isla inundable. Читать дальше...