La mesa de negociación entre el Gobierno de España y no se sabe quién (¿la Generalitat?; ¿Esquerra?) encierra un peligro y una certeza. La certeza es que lo exigido por Junqueras, a saber, la autodeterminación de Cataluña, no es posible dentro de la Constitución; el peligro es que, burla burlando, se hagan concesiones letales para la cohesión del Estado. En el supuesto más venial, los independentistas obtendrían beneficios de carácter económico e institucional cuya extensión al conjunto, inevitable en el medio plazo, desataría el caos. Читать дальше...