Últimas tardes con José Agustín
Cuando nos avisaron que José Agustín había fallecido, tras una lenta agonía de catorce años, a raíz de su funesto accidente en 2009, compré un arreglo floral y tomé la carretera a Cuautla, como tantas ocasiones desde que acepté la encomienda quijotesca de organizar su archivo, sin saber que en la apacible soledad de su estudio, repleto de libros, pinturas y retratos, me aguardaban miles de páginas mecanografiadas, dispuestas en cientos de folders y anchas gavetas, testimonio de una vida entera consagrada a la escritura... Читать дальше...