Paco de Lucía sigue comiéndose a mordiscos la Gran Manzana
Cuenta la leyenda que a principios de los años cuarenta los flamencos de Carmen Amaya -que junto a Sabicas , el genial guitarrista, ofreció una histórica actuación en el Carnegie Hall neoyorquino, asaron sardinas en un hornillo casero en su habitación del refinado Hotel Waldorf Astoria , para escándalo de los delicados huéspedes. Han pasado ochenta años desde aquello, y la relación del flamenco con Nueva York ha cambiado mucho. Por la Gran Manzana han pasado a lo largo de las décadas los más grandes... Читать дальше...