La familia Real británica ve al Príncipe Andrés como una amenaza

El Príncipe Andrés nunca podrá volver a la vida pública porque es una amenaza para la familia real. Esa es la conclusión a la que presuntamente han llegado otros miembros senior de “La Firma”, como se llaman a sí mismos los Windsor, especialmente el Príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono. Según fuentes citadas por la prensa local, los hermanos del duque de York -Ana, Eduardo y el Príncipe Carlos- celebraron una cumbre hace nueve meses en la que acordaron que no volverá a ejercer ninguna función de representación de la familia real, después de que en noviembre del 2019 él mismo anunciara su salida por la puerta chica. La decisión, a la que lo habrían obligado pese a ser el “hijo favorito” de la Reina Isabel II, se produjo tras una entrevista concedida a la BBC en la que quiso aclarar su relación con el pedófilo Jeffrey Epstein y responder a las acusaciones de abuso sexual en su contra, pero le salió el tiro por la culata. Lejos de aclarar su postura respecto a los crímenes cometidos por el que fuera su amigo y las suyas propias, sus declaraciones fueron tan atropelladas y contradictorias que solo consiguió recibidor numerosas críticas. El Príncipe Andrés - Gtres Lejos de mejorar, la situación ha empeorado. Virginia Giuffre, actualmente de 38 años y quizá la más conocida de las víctimas de Epstein, presentó una demanda contra el duque en agosto en Estados Unidos, acusándolo de violación y agresión sexual cuando ella tenía 17 años, afirmaciones que el duque siempre ha negado. Una fuente declaró al Sunday Times que el Príncipe Guillermo considera la actitud de Andrés «ingrata» por lo que «no hay forma en el mundo de que regrese, la familia nunca permitirá que suceda». Guillermo cree que «cualquier indicio de falta de gratitud hacia la institución, cualquier cosa que pueda llevar al público a pensar que los miembros senior de la familia no están agradecidos por su puesto, es realmente peligrosa». Toda esta información llega precisamente un par de días después de que la duquesa de York, Sarah Ferguson, declarara públicamente el orgullo que siente por estar tan unida al que fuera su marido, pero con quien sigue viviendo aunque se divorciaran hace 25 años y con el que, aseguró, comparte unos «fuertes valores familiares». Se dice que el duque sigue convencido de que todavía hay esperanzas de que pueda volver a la vida pública, un deseo que ya expresó el año pasado a través de una fuente cercana a él que dijo que esperaba «servir a su país y apoyar a la monarquía en el futuro» con un «papel público». Parece, sin embargo, que eso no sucederá. Por otro lado, este domingo también se conoció que el duque y la duquesa de Sussex no viajarán a Reino Unido para asistir a una fiesta en honor a Diana, Princesa de Gales, que se celebrará el próximo 19 de octubre en el Palacio de Kensington, un evento al que asistirán unas cien personas, entre ellas amigos de la princesa tan conocimos como Elton John. El objetivo de la fiesta es agradecer a los donantes su ayuda para financiar la estatua de Diana que se dio a conocer el verano pasado en lo que habría sido su 60 cumpleaños, pero este fin de semana un portavoz de Harry y Meghan confirmó que no asistirán.