Para las Kardashian, el tamaño sí importa, y mucho, en sus relaciones

Antes de su matrimonio con Kanye West, uno de los romances más sonados de Kim Kardashian fue con el baloncestista Kris Humphries, con quien llegó a estar casada 72 días que ha preferido borrar de su memoria. Ella mide 1,57 y el jugador de la NBA, 2,06. Esa diferencia de altura de 49 centímetros no solo es espectacular, sino que también destaca por ser una de las mayores entre las parejas de ‘celebrities’ de todo el mundo. Pero Kim no es la única Kardashian que busca hombres que le saquen, al menos, la cabeza: Khloé ha vuelto con Tristan Thompson, también jugador de baloncesto: ella mide 1,77 y él, 2,03, así que 26 centímetros separan una corona –o coronilla, según quieran verlo- de la otra. Esta llamativa diferencia es cinco centímetros menos de la que mantenía Khloé con su ex, el jugador Omar Odon. Kourtney Mary Kardashian (la mayor del clan es la más bajita, 1,52) estuvo saliendo dos años con el ex boxeador y modelo de origen argelino Younes Bendjima (1,88): en total, 36 centímetros. La actual pareja de Kourtney, el batería Travis Baker (1,75), llega al límite de los esenciales 20 centímetros que, al parecer, procuran la felicidad a la familia Kardashian. Otras parejas dispares 25 centímetros separan a Ashton Kutcher (1,88) y a Mila Kunis (1,63). De hecho, la pareja se conoció durante la grabación de la serie ‘Dos hombres y medio’, a cuyo casting la actriz se presentó diciendo que era mayor de edad cuando en realidad tenía 14 años. El primer beso de Mila con un chico en pantalla fue también su primer beso en la vida real, con Ashton. Tras descubrirse la verdad, los intérpretes siguieron caminos diferentes, se casaron con otros, se divorciaron y se reencontraron, esta vez con la madurez suficiente para convertirse en novios. 30 son los centímetros de diferencia han hecho del matrimonio entre Reese Witherspoon (1,55) y Jim Toth (1,85) uno de los más sólidos y poderosos de la industria. La actriz ha confesado que parte de su éxito como productora, con un sello que desde su nacimiento ha apostado por proyectos con sello feminista, se lo debe a su pareja, representante de artistas que ha siempre ha presumido de su buen ojo para encontrar talentos. Acostumbrado a recibir proyectos, fue Jim quien le aconsejó -así lo reconoció a ‘Vanity Fair’- que apostara por la adaptación de novelas, creara equipos femeninos, incluyera personajes LGTBI en sus producciones y luchara por cambiar las machistas reglas del juego de Hollywood. Hasta los 35 centímetros llega la diferencia entre Will Smith (1,90) y Jada Pinkett Smith (1,55), una de las parejas más populares, originales y modernas del panorama, ya que han reconocido públicamente sus juegos sexuales y su apuesta por las relaciones abiertas: “El matrimonio no es una prisión”, llegaron a declarar antes de que su hija Willow confesara que creía en el poliamor como la única ‘relación sana’. La barrera sube un centímetro, alcanzando así los 36 centímetros, con Jason Momoa, más conocido como Aquaman, y Lisa Bonet, una actriz cuya carrera ha tenido injustos altibajos: él mide 1,93; ella, 1,57. Aquí, además, hay un importante factor edad: Jason, que tiene 42 años, se enamoró de Lisa, que tiene 53, cuando de pequeño veía la serie ‘El show de Bill Cosby’. Tuvieron doce años de noviazgo y han sido padres en dos ocasiones. Lisa se casó primero con Lenny Kravitz, con quien tiene una hija. No es muy común encontrar un matrimonio entre una estrella de la ‘tele’ y su fan, convertido gracias a Marvel en un superhéroe. Y en el límite de los simbólicos 20 centímetros se encuentra la pareja ‘royal’ con antonomasia: el príncipe Guillermo (1,90) y Kate Middleton (1,70), una diferencia que los estilistas cercanos a Buckingham Palace han sabido disimular con zapatos de tacón. Un caso español Hay una relación a dos escalas de gran éxito en España: Olvido Gara, Alaska, mide 1,52 mientras que su marido, el omnipresente Mario Vaquerizo, llega al 1,80: 28 centímetros que ella suele disimular con plataformas.... Eso si no se las pone él, dejando más clara la diferencia de estatura.