La leyenda de 'El Nene'

A las siete de la ma?ana del lunes 4 de agosto de 2014, una mujer disgustada entr? en la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta para denunciar la desaparici?n de su marido. Estaba acompa?ada por su cu?ado y un amigo. Mientras hablaba, su rostro compungido contrastaba con la seguridad y la entereza de sus palabras. Dijo que el d?a anterior, a eso de las cinco y media de la tarde, su esposo sali? con tres amigos a navegar en la lancha que ten?a atracada en el puerto deportivo de la ciudad. Aclar? que se trataba, simplemente, de un viaje recreativo para pasar lo que quedaba del domingo en el mar. Cuando a la embarcaci?n le faltaba poco para llegar a la costa marroqu?, una moto acu?tica negra se le acerc? a toda velocidad y, sin previo aviso, uno de sus tripulantes sac? una pistola y comenz? a disparar. Su marido cay? al agua, quiz? abatido por un balazo o tal vez en un intento desesperado por salvar su vida, seg?n le hab?a dicho uno de los que presenciaron la reyerta. En cualquier caso, concluy?, a partir de ese momento no volvi? a saberse algo del padre de la hija que ella hab?a dado a luz hac?a 40 d?as.

Lo primero que sospecharon los agentes de la Guardia Civil fue que se trataba de un ajuste de cuentas entre bandas rivales del narcotr?fico. ?Yo creo?, se aventur? a decir la mujer, ?que esto ha sido una venganza personal.? Y, sin rodeos, se?al? al culpable: Sofian Ahmed Barrak, un joven narco ceut?. ?Le dicen ?Zocato?, trabaja con mi marido desde hace un tiempo y le ten?a man?a por no darle un ascenso?, agreg? sin dar mayores detalles. La investigaci?n de lo ocurrido comenz? mientras en toda la ciudad se escuchaba una y otra vez la misma pregunta: ?D?nde est? El Nene?

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Ceuta es uno de los dos enclaves mar?timos de Espa?a en el norte de ?frica. Tiene una superficie de 19 kil?metros cuadrados y el ?ndice de desempleo de sus 85 mil habitantes ronda el 23 por ciento. Para compensar circunstancias adversas de este tipo, la ciudad aut?noma posee el estatus de puerto franco. Es decir: tiene algunas ventajas fiscales, como la excepci?n del IVA en sus exportaciones y la devoluci?n de la mitad de lo recaudado en impuestos directos. La medida, sin embargo, parece ser insuficiente pues son pocos los empresarios o particulares ceut?es que venden productos al resto de la pen?nsula. El contrabando de mercanc?as (ropa o tabaco, por ejemplo) y, sobre todo, el narcotr?fico son las actividades que sostienen a buena parte de las familias de este lugar, uno de los puntos clave en la ruta del hach?s hacia Europa porque colinda con Marruecos, el pa?s que, de acuerdo con los datos de la Junta Internacional de Fiscalizaci?n de Estupefacientes, es el principal productor de esa droga en el mundo. De acuerdo con el Ministerio del Interior, Espa?a incauta el 75 por ciento del hach?s que se intenta distribuir en toda la Uni?n Europea.

En este territorio suelto conviven cristianos y musulmanes con las minor?as jud?a e hind?. La mayor?a de cristianos son hispanos europeos con un nivel adquisitivo est?ndar y casi todos los musulmanes son magreb?es y de escasos recursos econ?micos. De entre estos ?ltimos, son m?s numerosos los ceut?es (es decir, espa?oles) y otros tantos son marroqu?es con permisos temporales (o irregulares) para residir aqu?. El idioma oficial es, desde luego, el espa?ol. Pero es com?n escuchar el dariya, una variante magreb? del ?rabe salpicada de palabras y expresiones espa?olas.

En las calles de esta ciudad no es raro ver a varios traficantes paseando su ?xito. Motos y coches de lujo con m?sica a todo volumen circulan por el centro y una flota de lanchas r?pidas y despampanantes adorna sus costas. Los narcos consideran a Ceuta su territorio y por ello suelen blanquear aqu? mismo sus ganancias. De hecho, antes de la implementaci?n del euro, en los bancos y casa de cambio de este territorio se registraba con frecuencia el cambio de grandes cantidades de florines holandeses, marcos alemanes, liras italianas y libras brit?nicas. As? fue como se identific? la procedencia de los clientes del crimen organizado local y qued? claro que, en una zona tan peque?a, con una poblaci?n de escasa actividad comercial o desempleada y sin una industria tur?stica boyante, los canjes monetarios eran sospechosamente desorbitados. Desde hace varios a?os, tambi?n empez? a asombrar c?mo varios ceut?es invert?an cada vez m?s en la construcci?n y en la hosteler?a de la Costa del Sol o incluso abr?an varias cuentas bancarias en Suiza.

En Ceuta la atracci?n econ?mica que representa el hach?s es tal que se han acostumbrado a disput?rsela a tiros. En el ?ltimo lustro del siglo XX se produjeron aqu? unos 40 enfrentamientos con armas de fuego, los cuales dejaron como saldo una decena muertos y m?s de 30 heridos. Luego, durante casi una d?cada, todo pareci? marchar con calma. Pero a partir de 2009 las balaceras comenzaron a intensificarse de nuevo.

Un sector de la ciudad ha sido, y es, el ?campo de batalla? habitual. Se llama Pr?ncipe Alfonso y es conocido como ?la favela espa?ola? porque sus estrechas y empinadas calles, el desorden en la distribuci?n de sus casas de fachadas de colores, la informalidad de sus escasos comercios, la proliferaci?n de ni?os y adolescentes gamberros, el rechazo (y a veces la agresi?n) al forastero, los tiroteos constantes y el desempleo y el analfabetismo de niveles obscenos de esta barriada se asemejan al Brasil m?s malandro. En su ?laberinto? abundan las pistolas, el hach?s, los altercados e, incluso, el extremismo yihadista. Por eso est? catalogado como el rinc?n m?s peligroso de Espa?a, una ?ratonera? en la que varias veces se han quedado atrapados los servicios sanitarios y de seguridad. Incluso, la mayor?a de los ceut?es tampoco se atreven a subir a esta parte oeste de la ciudad, a unos pasos de la frontera marroqu? del Tarajal, porque saben que las ?nicas normas que imperan entre sus callejones son las impuestas por las narcobandas.

Este gueto colgado de un cerro comenz? a formarse en los a?os 50 del siglo XX, cuando algunos pescadores magreb?es excluidos de los programas sociales del gobierno levantaron chabolas y caba?as para vivir. En los a?os 80, con el tr?fico de hach?s en su apogeo, empezaron a proliferar los ?hogares? de ladrillo, dotados de agua y electricidad gracias a alguna chapuza y a?adi?ndoles un nuevo piso cada que la familia aumentaba. El hacinamiento de infraviviendas, entre las que a pesar de todo se acomodaron 14 mezquitas, lleg? a tal extremo que hoy los coches s?lo pueden circular por dos calles del Pr?ncipe Alfonso.

Cuando cae el sol, este barrio-frontera se convierte en una ?boca de lobo.? Los polic?as se van, el ?nico autob?s que lo atraviesa deja de transportar gente, los taxistas no se plantean adentrase en ?l y entonces, socorridos por pistolas y navajas, las pandillas toman el control. Unos desatan las tropel?as y los ajustes de cuentas y otros se van a las lanchas de la costa para cargar, transportar y luego descargar miles de kilos de hach?s en la Pen?nsula. Y as? se gasta la vida en esta espiral maldita de miseria, droga y violencia que, adem?s, escupe leyendas.

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Cuentan en Ceuta que un chaval de 14 a?os gan? sus primeras pesetas gracias a su impresionante habilidad para reparar motores de lancha. Dicen que enseguida supo ingeni?rselas para armar artefactos que les proporcionaban mayor velocidad y que no tard? en ser apreciado por quienes controlaban el paso de la resina de cannabis en la zona del Estrecho, debido a su destreza para surcar las aguas, a pesar de las condiciones clim?ticas m?s adversas, para recoger y entregar voluminosos alijos. Recuerdan que la polic?a supo de ?l cuando ya era un traficante bien formado e independiente, conocedor del mercado y estratega. Es decir, cuando hab?a cumplido 16 a?os.

A Mohamed Taieb Ahmed todos le dec?an El Nene. En 1998, cuando ten?a 22 a?os, la Brigada Central de Estupefacientes de la Polic?a Nacional lo catalog? como ?uno de los exportadores de hach?s m?s importantes del norte de ?frica?. En abril de ese a?o, lo detuvieron y le decomisaron mil 800 kilos de ese psicotr?pico, as? como siete lanchas ultrarr?pidas, equipadas con visores infrarrojos y radiotransmisores, que ?l y su banda utilizaban para llevar la mercanc?a il?cita de Marruecos a M?laga o C?diz. Poco antes, ante el ?acoso? policial, sus hombres hab?an arrojado al mar una tonelada de hach?s (?si no hay droga no hay delito?). Era un claro objetivo de las autoridades y, sin embargo, El Nene no se amilanaba. Al contrario: cada que sent?a que le pisaban los talones, sacaba a relucir su bravuconer?a y desafiaba y se enfrentaba y echaba para atr?s a sus perseguidores. Por eso creci? su fama.

Dec?a la gente: es nieto de un sargento franquista. Es musulm?n. Tiene dos hermanos y dos hijos. Apenas fue a la escuela porque prefer?a la calle. Una de las primeras cosas que hizo con sus narcoganancias fue comprarle un chalet a su madre. Abri? varios negocios (cafeter?as, tiendas de ropa, locutorios?) para dar trabajo a vecinos y amigos. No s?lo viv?a de la droga, tambi?n alquilaba pisos y locales comerciales. Regalaba motos y coches a su gente, a veces del mismo modelo. Un a?o, por ejemplo, inund? Ceuta con la versi?n m?s moderna del escarabajo de Volkswagen y, en una de sus m?ltiples detenciones, decenas de estos veh?culos circularon durante horas alrededor de la Comisar?a de Polic?a para realizar una exhibici?n de apoyo y poder.

Investig? la polic?a: Su violencia hacia las fuerzas del orden estaba bien vista por la mayor?a de la poblaci?n: atropell? a guardias civiles, los golpe? en p?blico, lleg? a ponerle a un agente un cuchillo en el cuello durante un control. Su apogeo coincidi? con el lustro negro de los a?os noventa en Ceuta, caracterizado por frecuentes tiroteos entre bandas rivales y, en ese estado de violencia, se movi? a sus anchas. Exhib?a pistolas, descapotables y fajos de billetes sin que la polic?a lo detuviera. Ten?a reservada una suite en un c?ntrico hotel de la ciudad para agasajar a su gente con drogas y org?as. Pagaba las operaciones quir?rgicas de modestas familias musulmanas. Un mont?n de chavales lo admiraban y quer?an ser como ?l. Intentaron matarlo, pero nunca lo lograron. Acaparaba p?ginas y titulares de los peri?dicos, que ?l le?a con el morbo y la satisfacci?n del que ans?a la fama a cualquier precio. Y, aunque el director de cine Daniel Monz?n lo niegue, su pel?cula El Ni?o, la historia de un joven que se adentra en el narcotr?fico como si se tratara de un juego, est? inspirada en la vida de El Nene.

Titulaba la prensa: Impunidad y ostentaci?n, caracter?sticas de El Nene. Detenido el ?rey? de la mafia ceut?. El Nene distribu?a hach?s por toda Europa. La polic?a desarticula la banda de El Nene. Ceuta, territorio sin ley de El Nene. Cae el mayor narco hispanomarroqu?. El Nene convirti? su celda en una habitaci?n de hotel cinco estrellas. El Nene se fuga de la c?rcel. El Nene encabeza un nuevo tiroteo en las calles de Ceuta. El Nene desaparece.

Aseguraba la Guardia Civil: Mohamed Taieb Ahmed naci? en Ceuta el 27 de agosto de 1975. Su organizaci?n contaba con 70 miembros en el norte de ?frica y una treintena en la Costa del Sol. Era joven, audaz y violento. Se calcula que El Nene mov?a 50 mil kilos de hach?s al a?o y que su patrimonio, tomando en cuenta a sus testaferros, era de 30 millones de euros. Las sociedades interpuestas y las terceras personas a cuyo nombre figuran las propiedades est?n constituidos con el correspondiente asesoramiento legal de conocidos abogados ceut?es. Fue un innovador del tr?fico il?cito: usaba cebos para pon?rselo dif?cil a la polic?a, es decir, sal?an tres lanchas y s?lo una iba cargada. ?La que aprend?amos casi nunca era la buena?. Rompi? los c?digos establecidos entre las mafias: llegaba a simular la p?rdida de la mercanc?a para quedarse con todo el beneficio. Tampoco tuvo reparos para filtrar informaci?n acerca de sus competidores. Generoso con sus colaboradores, implacable con sus rivales, se comportaba como quien debe imponer su ley en el territorio.

Daban fe los agentes de Vigilancia Aduanera: En Ceuta nadie denuncia a los narcos, ni siquiera cuando son sus agresores, porque la ley del silencio es sagrada. En muchos casos, los heridos aseguran que se trata de un accidente o que una bala perdida ha atravesado sus piernas por casualidad. El Nene fue testigo de la primera evoluci?n en el transporte de hach?s en el Estrecho de Gibraltar, cuando las pateras con un motor fuera de borda fueron dando paso a las zodiac y, posteriormente, a las lanchas semirr?gidas, dotadas de gran velocidad junto a una mayor capacidad de carga. Bien pronto comenz? a mostrar habilidad para el pilotaje en situaciones l?mite (noches sin luna, el fuerte viento de levante o la niebla).

Reconoc?an sus ?enemigos? en el mar: Una vez requisadas sus lanchas en el puerto, era el propio Mohamed Taieb quien las reclamaba y abonaba personalmente la correspondiente multa. ?l sol?a decir: ?cuando pagas a un polic?a en Espa?a ya no vuelven a molestarte. En cambio, en Marruecos pagas a uno y al d?a siguiente tienes a dos m?s llamando a la puerta?. La temeridad, su pericia como piloto, el af?n de protagonismo y el gusto por lo exagerado explican su renombre. Quiz? no era el narco m?s importante, pero s? el m?s popular del sur de Espa?a.

Presum?a ?El Nene?: ?Tengo m?s millones que a?os.?

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El intenso rugido de cuatro motores se escucha de fondo mientras El Nene ?la cabeza rapada, la sudadera roja, la mirada y la sonrisa triunfales? echa un vistazo a los controles de su enorme y potente planeadora Phantom. Enseguida eleva la vista y contempla las decenas de fardos marrones que se amontonan en la cubierta. Luego se gira hacia atr?s y observa el surco que va dejando su desbocado paso por el mar. As? ?de pie, en pleno trayecto? Mohamed Taieb Ahmed se grab? con su propio tel?fono m?vil y luego subi? el v?deo a YouTube para exhibir ante el mundo entero la gozosa impunidad de su frondosa figura.

Im?genes del video donde El Nene pilota una lancha con hach?s.

En realidad, El Nene no era intocable. Era h?bil e inteligente, ten?a abogados astutos y la admiraci?n y complicidad de sus vecinos. Por eso lograba zafarse de algunas detenciones y procesos judiciales. Pero, aun as?, en su historial delictivo consta que fue detenido 17 veces por la Polic?a Nacional, 15 por la Guardia Civil y que pas? un total de 11 a?os en la c?rcel por tr?fico de drogas, tenencia de armas e intento de asesinato.

Un mes despu?s de que, en 1998 (a?o de intensos tiroteos en Ceuta: dos muertos y nueve heridos en 15 enfrentamientos), lo arrestaran y le decomisaran casi dos toneladas de hach?s, la polic?a captur? en Madrid y en M?laga a ocho de sus compinches (cuatro espa?oles, dos brit?nicos y dos marroqu?es) y les quit? 800 kilos del psicotr?pico m?s consumido en Espa?a. Esa vez, en M?laga, tambi?n se intervino una caleta (almac?n) donde envasaban al vac?o la droga antes de distribuirla por tierra en furgonetas. Al a?o siguiente, 1999, El Nene fue llevado al calabozo acusado de ametrallar, desde una motocicleta de gran cilindrada y conducida por su c?mplice, a un muchacho del barrio del Pr?ncipe Alfonso como parte de un ajuste de cuentas. Pero sali? de inmediato. Fue hasta unos meses m?s tarde cuando pis? la c?rcel por primera vez.

Dos atentados a la autoridad (lesiones y desobediencia) cometidos en detenciones anteriores, y no el narcotr?fico, lo llevaron a una celda. Sus abogados insistieron en que ?no se trataba de delitos graves?, pidieron que cumpliera su condena en r?gimen abierto y lograron su traslado al madrile?o Centro de Inserci?n Social Victoria Kent, un antiguo asilo de mendigos que, en la posguerra, Franco convirti? en centro de reclusi?n de presos pol?ticos y, m?s tarde, en prisi?n femenina. Luego de una serie de reformas, en 1991 sus edificios comenzaron a albergar a personas que cumpl?an condenas cortas en semilibertad por delitos leves.

El Nene hab?a sido sentenciado a tres a?os y dos meses. Con ayuda de sus abogados y la complicidad de su hermano, mont? una empresa de compra-venta de autom?viles y present? un contrato como prueba de que ah? tendr?a un trabajo como gerente. Por eso entraba y sal?a, conforme al reglamento, del centro penitenciario en el que lo hab?an reubicado. Pero un domingo del oto?o de 2001, cuando le faltaba poco para poder pedir la libertad condicional, su paciencia se acab? y decidi? fugarse a Marruecos. Se instal? en una lujosa mansi?n del puerto de Marina Smir (una exclusiva zona residencial a tan s?lo ocho kil?metros de Ceuta) y desde ah? retom? el pleno control de sus actividades il?citas. Tom? la precauci?n de adquirir la nacionalidad marroqu?, con otro nombre (Mohamed El Ouazzani), para evitar as? una posible extradici?n a Espa?a.

Las cosas comenzaron a complic?rsele una noche del verano de 2003. Dos bandas rivales se enfrentaron en un tiroteo en la puerta de una discoteca y uno de los heridos result? ser guardaespaldas del Rey Mohamed VI, que se encontraba de visita en Tetu?n. La furia real llev? a realizar una profunda investigaci?n de lo ocurrido y a detener a todos los implicados en aquella reyerta. Uno de ellos, claro, era ?El Nene? y no tardaron en condenarlo a ocho a?os de prisi?n.

La pena, a fin de cuentas, no fue demasiado grave, pues en la c?rcel de Kaki, ubicada en Sal? (?la ciudad-dormitorio de Rabat?), el audaz narcotraficante viv?a con los privilegios de un pach?: le adaptaron tres celdas a manera de ?suite cinco estrellas?, con televisor de plasma, ordenador conectado a Internet y tel?fono m?vil. Mandaba comprar su comida a los mejores restaurantes de la regi?n, trataba a los guardias como criados, se entreten?a humillando a los dem?s reclusos (haci?ndolos competir en carreras a cuatro patas, por ejemplo) y, de vez en cuando, ten?a permiso de salir a la calle para arreglar asuntos relacionados con sus negocios o para desfogarse en un prost?bulo.

El resto de los presos no paraba de quejarse por las prerrogativas que disfrutaba El Nene y, hartos de la situaci?n, el 20 de septiembre de 2005 realizaron un mot?n. La protesta funcion? y, ocho d?as despu?s, trasladaron al descarado disfrut?n a la prisi?n de Kenitra (a 36 kil?metros de Rabat). Pero ah? corrompi? de nuevo a los funcionarios para regocijarse durante su estad?a hasta que, en diciembre de 2007, se escap?. La noticia de la fuga, sin embargo, se supo diez d?as despu?s de haber ocurrido (porque el silencio de los funcionarios ten?a un precio y ?l pod?a pagarlo), lo cual le permiti? volver a Espa?a, donde sus delitos ya hab?an prescrito. Al instante, fue a renovar su carnet de identidad en una comisar?a de M?laga, con la tranquilidad de cualquier ciudadano que realiza el tr?mite. Esa vez tuvo tiempo de irse de fiesta a Marbella para celebrar su regreso a lo grande y, al instalarse en su Ceuta natal, aprovech? para obtener el carnet de conducir (sin asistir a alg?n curso ni aprobar alg?n examen) y de inmediato encarg? un par de Ferraris en un concesionario. Parec?a que todo volver?a a ser como antes, pero la polic?a ya ten?a muchos antecedentes sobre ?l y estaban pendientes de casi todos sus movimientos.

Lo aprehendieron (otra vez) en abril de 2008, cuatro meses antes de su cumplea?os n?mero 33, cuando circulaba por el centro de Ceuta, a bordo del coche de su hermano. Al verlo, la polic?a sab?a que era El Nene, pero al pedirle la documentaci?n, ?ste les ense??, sin sobresaltarse, un pasaporte marroqu? aut?ntico con otro nombre. No obstante, con ayuda de la Interpol se comprob? que se trataba de la misma persona. Enseguida lo trasladaron a Madrid por carretera y sus abogados se apresuraron a presentar un recurso ante la Audiencia Nacional para exigir su libertad inmediata y que no lo extraditaran a Marruecos, pues seg?n ellos hab?an capturado a un ?ciudadano espa?ol sin causas pendientes?. Hubo, adem?s, una peque?a manifestaci?n frente a la Delegaci?n de Gobierno en Ceuta para exigir la libertad de un hombre que ?daba trabajo y era generoso? con sus vecinos.

De nada sirvi? el recurso procesal y la manifestaci?n de apoyo: el juez le quit? la nacionalidad espa?ola ?por usarla a su conveniencia? y, en julio de 2009, fue extraditado a Marruecos. Pas? tres a?os en la c?rcel de Casablanca, pero cuando fue puesto en libertad volvi? a Ceuta.

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Hay una lecci?n que la madurez y el ?ltimo encierro le dejaron a El Nene: vivir con discreci?n y evitar cualquier problema con las autoridades. Ir por la calle sin llevar encima drogas, armas o grandes cantidades de dinero. Tener una casa, un coche y una lancha sin extravagancias. Abrir un negocio, una cafeter?a, por ejemplo, para utilizarlo como ?tapadera? y centro de operaciones de un tr?fico de droga ?moderado?. Ser paciente y desarrollar una gran capacidad de resistencia. Luchar por recuperar la nacionalidad espa?ola. Cuidar a su mujer y a su hija reci?n nacida. Tratar de llegar a los 40 a?os para dejar de ser El Nene y convertirse en todo ?un se?or?.

Poco a poco iba afianzando las caracter?sticas de esa ?nueva vida? en Ceuta hasta que, el domingo tres de agosto de 2014, el mar se lo trag? y no volvi? a saberse nada m?s de ?l. Dos horas antes del tiroteo, sobre las cuatro de la tarde, Mohamed Taieb Ahmed llam? a su hermano para invitarlo a pasar lo que quedaba del domingo en altamar. ?Lo siento, estoy en M?laga. Suerte?, le dijo, y para no ir solo, el narco que hab?a renunciado a las extravagancias invit? a dos de sus colegas. Casi una hora despu?s, la embarcaci?n comenz? a surcar las aguas apacibles hasta que irrumpieron la moto acu?tica negra y los disparos.

Su esposa recalc? ante la Guardia Civil que el responsable era el Zocato, pero tambi?n reconoci? que todo podr?a tratarse de un montaje para desparecer y ?trabajar? desde la sombra con mayor libertad y comodidad. ?Ojal? me equivoque, pero lo m?s seguro es que Mohamed est? muerto?, dijo enjug?ndose las l?grimas.

Hubo tres hip?tesis: El Nene muri?, El Nene arm? un teatro, El Nene fue herido en el enfrentamiento y alguien se lo llev? para curarlo y esconderlo.

En lo inmediato, cada suposici?n sirvi? para aumentar su leyenda. Y en la pr?ctica, quien hab?a sido su mano derecha, un tal Hassan Chakor, lo sustituy? con gran ?xito al frente del tr?fico de hach?s en Ceuta, donde los enfrentamientos entre las bandas rivales han continuado hasta la fecha, dejando muertos y heridos a niveles que provocan ?alarma social.?

As? transcurrieron cinco a?os hasta que, en 2019, la Guardia Civil encontr? a un testigo de aquella reyerta. Se trataba de un ?arrepentido? del hampa ceut? que pidi? ser catalogado como Testigo Protegido a cambio de revelar los detalles de su larga carrera como narcotraficante. Cont?, entre otras cosas, que El Nene fue asesinado por dos de sus colaboradores: Llalil Mohamed Dris, un sicario apodado El Loco, y Sofian Ahmed Barrak, el dichoso Zocato que se hab?a cansado de pagar una comisi?n por pasar su propia droga a El Nene.

Seg?n el Testigo Protegido, Zocato y El Loco se asociaron para acabar con la vida de El Nene con la intenci?n de usar libremente las rutas del hach?s para importar, adem?s, coca?na desde Mauritania. ?El Nene hab?a tenido problemas con Zocato por dinero. Le deb?a demasiado. As? que, antes de que pudieran matarlo, tom? la decisi?n de acabar con El Nene y le pidi? ayuda a El Loco?. Ambos, durante varias semanas, vigilaron todos los movimientos de El Nene y esperaron el momento m?s oportuno para matarlo. El d?a que El Nene y su hermano salieron a navegar, los dos se subieron a una moto de agua y se fueron tras ellos. Iban armados con pistolas Glock. El Nene los vio venir a toda velocidad y se tir? al agua, pero cuando emergi? le dispararon en la cabeza. Esperaron a que se desangrara para izarlo a bordo de su lancha y llev?rselo a alta mar. Luego lo amarraron con una cadena y un ancla para fondearlo. Y mandaron quemar la embarcaci?n para que no hubiera evidencias del asesinato?.

Al final de aquel domingo de 2014, la Guardia Civil hab?a detenido a cuatro hombres. Todos se negaron a declarar y fueron liberados despu?s de pasar unas horas en la Comisar?a. Un lustro m?s tarde parec?a confirmarse la muerte de El Nene (y la de El Loco y la de Zocato, baleados en un presunto ajuste de cuentas en 2018). Pero, hasta la fecha, no han aparecido los restos mortuorios del capo, el tr?fico de hach?s contin?a con gran intensidad en la zona, como si ?l siguiese controlado todo, y entre los vecinos de Ceuta su leyenda sigue viva.

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