Andrés Nadal: «Tartesos compraba a los barcos fenicios prestigio, salud e inmortalidad»
0
Existe y ha dejado un rastro arqueológico e ideológico. No se hace de manera directa sino a través de los mercaderes cananeos.
O sea que, en los barcos fenicios viajaba también la influencia egipcia, un estado teocrático con más de tres mil años de jerarquía mediterránea.
Con las mercancías viajaban las ideologías. Y los cananeos tenían una religión sincrética influida por Egipto. Muchos dioses egipcios no fueron aceptados en Tartesos. Pero Astarté, que es fenicia pero con mejoras egipcias, fue incorporada con éxito por la ideología tartésica.
Para hacerme mejor a la idea. ¿La influencia egipcia sería similar a la que EE.UU. ejerció sobre Occidente desde principios del siglo XX?
Egipto fue la gran potencia económica del próximo oriente. Tenía oro, agricultura intensiva y un sistema teocrático que daba una gran estabilidad al país.
Entiendo, entonces, que la llave al mundo que supuso para los yanquis el cine, los mass media, las comunicaciones y su propaganda sobre el ‘american way life’, en los tiempos que hablamos la tuvo el barco fenicio…
Efectivamente. Pero los fenicios no solo vendían objetos. También el valor mágico y simbólico de esos objetos.
¿Por qué razón un estado como el egipcio, tan desarrollado, hijo del Nilo, no fue nunca un pueblo marinero?
Porque no lo necesitaban. Subcontrataban primero a fenicios y después a griegos. Eran magníficos navegantes fluviales pero por debajo de la calidad marinera de fenicios y griegos.
¿Qué compra Tartesos a los barcos cananeos?
Prestigio, salud e inmortalidad. Cerámica griega, el lapislázuli que venía de Afganistán y los objetos mágicos egipcios.
¿Esa es la razón por la que en la necrópolis de Almuñécar aparecen los vasos funerarios de alabastro?
Exactamente. Esos vasos funerarios son productos del saqueo de la necrópolis de Tanis. Tanis es el lugar donde se encuentran los únicos sarcófagos de platas egipcios. Y la plata era de aquí, de Tartesos.
En esos vasos hay escritos fórmulas mágicas para volver de la muerte?
Así es. Y por eso lo compraban en Almuñécar pese a su elevado precio. Por la inmortalidad se paga lo que sea.
¿Los escarabeos encontrados en el santuario tartésico de Coria del Rio guardan relación con lo que estamos hablando?
Los escarabeos también son elementos mágicos, muy transportables y que, igualmente, son mecanismos de protección, amuletos.
Isis pesa mucho en la religión egipcia. ¿Por qué en Tartesos se impone, en cambio, Astarté?
Isis protege a la familia. Pero el mundo ibérico era mucho más bélico. Por eso triunfo Astarté en su versión de la diosa egipcia Hathor, diosa protectora de las familias contra sus potenciales enemigos. Las figurillas de Astarté que tenemos en Tartesos vienen con el aspecto egipcio, con peluca con la raya en medio y las orejas muy prominentes.
El bronce Carriazo no puede evitar su ‘fashion’ egipcia.
Ese bronce y otras piezas semejantes del Arqueológico de Sevilla son la Astarté egipcia pero adaptada al mundo de los caballos, vital en Tartesos.
¿Ese mismo carácter sanatorio y eterno que buscaban las élites tartésicas es el que lleva hasta Cádiz la estatuilla del dios Ptah?
Efectivamente. Ptah es el dios inventor de la arquitectura y además tiene un gran poder sanador. En Cádiz hubo alguien que puso toda su fe en mejorar su salud gracias a este dios y por eso lo encargó.
¿En toda esta cosmogonía qué pintan los argonautas griegos?
Los griegos llegan más tarde, cuando Egipto deja de contar con los servicios marineros de larga distancia de los fenicios. Y contratan a los griegos. Lo que provoca un grave problema social y económico en Tartesos.
¿Me lo explica?
Es fácil. Egipto rescinde el contrato con los cananeos cuando empezaron a depender del entorno asirio. Supuso una grave crisiseconómica y social para Tartesos.
¿Tartesos es entonces hijo de varias madres y una de ellas de tanta riqueza como el Nilo?
Lo que define a Tartesos es la unión íntima entre las culturas más avanzadas del Mediterráneo oriental con lo autóctono. Aquella época fue uno de nuestros esplendores históricos. Simboliza el triunfo de la cooperación frente a la competencia.
Esperando lo imposible
Barcelonés, apasionado de Tartesos y Egipto, acabó entre nosotros esperando lo imposible. Que no fue otra circunstancia que su mujer, sevillana, optara por dejar Andalucía y marchara al Noreste. Un día se cansó de tomar el vuelo Barcelona/Sevilla para pelar la pava. Se casó y se asentó en la vieja tierra tartésica. Su rincón preferido es la plaza serena y tranquila de la Escuela de Cristo, una fundación dieciochesca que pondera por su importancia educativa. Ama Baelo Claudia y de Sevilla le gusta todo, menos los listillos. La historia que se escribe en Cataluña en estos años lo lleva a la melancolía y a la certeza de que, tantos los políticos catalanes como los no catalanes, no están a la altura de las circunstancias. Escribe un libro sobre las mujeres que gobernaron en Egipto.