Los presupuestos generales retrasan, al menos, un año más la llegada de la alta velocidad al País Vasco

La 'Y vasca' es un proyecto del siglo pasado. Se desarrolló en la última década del siglo XX y las obras empezaron en el año 2006. En un primer momento se estableció 2012 como fecha prevista para finalizar el proyecto. Sin embargo, han pasado diez años y la llegada de la alta velocidad al País Vasco todavía se ve lejana. De ahí la sorpresa de buena parte de la sociedad vasca al ver que la llegada del Ave se retrasará, al menos, hasta 2027, todavía un año más tarde de lo previsto. El delegado del Gobierno den el País Vasco, Denis Itxaso, ha reconocido este viernes en una rueda de prensa que se trata de una obra que se ha « alargado mucho en el tiempo », aunque ha asegurado que el Gobierno central está tratando de «acelerar las inversiones». Ha recordado, además, que hace un año tanto el Gobierno central como el vasco reconocieron que la finalización del TAV se demoraría hasta 2026, o principios de 2027, por lo que, en su opinión, fijar definitivamente el plazo en 2027 «apenas supone una novedad». Los presupuestos reservan para el País Vasco una inversión total de 712,5 millones de euros, que se traducirán en una «inversión real» por valor de 558,8 millones . Es un 9,1% más que el dinero destinado a la región en 2021. Itxaso ha destacado, además, que es la cifra más elevada de los últimos once años. A esa cantidad habría que añadir casi 154 millones más en concepto de transferencia de capital. Los PGE definen también cual será el cupo para 2023, es decir, la cuantía que cada año paga el País Vasco al Estado para financiar los servicios que sigue desarrollando este último y del que también se benefician los ciudadanos vascos. El delegado del Gobierno ha explicado que el cupo será este año un 20% superior , porque los servicios que presta el Gobierno central son «los mayores de la historia» y por lo tanto «el despliegue de medios» conlleva una mayor necesidad de financiación. Ayuda con las cárceles El tema principal de la rueda de prensa era hablar de cómo afectarán los presupuestos al País Vasco, pero Denis Itxaso también ha aprovechado el acto para salir al paso de las críticas del Gobierno vasco acerca de la herencia recibida en materia de prisiones. «Cuando se asume una competencia, se asume con todas las consecuencias », ha advertido. El delegado del Gobierno ha reconocido que existía cierto déficit de plantilla ya hace un año, pero ha destacado que el Gobierno vasco tardó varios meses en reconocer la existencia de todas las vacantes. Ha recordado, además, que el traspaso se produjo después de intensas negociaciones en las que ya se pudo prever las dificultades que surgirían con la plantilla. Itxaso ha mostrado además su disposición a « ayudar » a la consejería ante las dificultades surgidas. También ha desvelado que la semana pasada mantuvo una reunión con la consejera para analizar el proyecto para construir una nueva prisión en Guipúzkoa. Se prevé que requiera una inversión de casi 25 millones de euros y que las obras estén terminadas a mediados de 2023.