Nicaragua clausura organizaciones que promovían lazos con Taiwán
Las asociaciones clausuradas incluyen la Asociación China, la Cámara China de Comercio de Nicaragua, la Cámara de Comercio Taiwanesa en Nicaragua y la Cámara Empresarial Taiwanesa-Nicaragüense.
Managua. El gobierno de Nicaragua canceló este miércoles la personalidad jurídica de cuatro organizaciones que promovían vínculos con la isla de Taiwán, con la que rompió relaciones en 2021 para establecerlas con China.
La resolución del Ministerio del Interior ordenó el cierre de las cuatro asociaciones debido a que “han incumplido sus obligaciones” legales al no reportar sus finanzas. Sus bienes pasarán a manos del Estado, según La Gaceta, el diario oficial.
Las asociaciones clausuradas son la Asociación China, la Cámara China de Comercio de Nicaragua, la Cámara de Comercio Taiwanesa en Nicaragua y la Cámara Empresarial Taiwanesa-Nicaragüense. Según el gobierno, no presentaron detalles de sus estados financieros por períodos de entre 1 y 12 años.
Los bienes muebles e inmuebles de estas asociaciones serán traspasados a nombre del Estado, según la legislación que regula a los organismos sin fines de lucro.
Desde que Managua restableció relaciones diplomáticas con Pekín, ambos países fortalecieron la cooperación, incluyendo la financiación de proyectos de construcción de viviendas, infraestructura vial, aeroportuaria, ferroviaria y energética a cargo de empresas chinas, así como la dotación de autobuses.
Pekín considera a Taiwán como un territorio propio, con la intención de recuperarlo incluso por la fuerza si es necesario.
La clausura de estas asociaciones que promovían lazos con Taiwán se produce en un contexto de leyes más estrictas para las ONG en Nicaragua. El gobierno de Daniel Ortega cerró alrededor de 3.500 ONG desde 2018, endureciendo estas leyes tras las protestas contra su administración en ese año, que dejaron más de 300 muertos en tres meses de enfrentamientos entre opositores y oficialistas, según la ONU.
El gobierno, que consideró las protestas como un intento de golpe de Estado promovido por Washington, sostiene que algunas ONG financiaron dichas manifestaciones.