Luis Martín-Santos rompe 60 años de silencio
La noche anterior había cenado en casa de la actriz Terele Pávez con un grupo de amigos y contaban que salió de Madrid cansado y soñoliento, conduciendo, tras descansar apenas unas horas. Viajaba con su padre, Leandro Martín-Santos, y con un amigo médico, Francisco Ciriquiáin , en un Seat 1500, de vuelta a San Sebastián. Alrededor de las ocho de la tarde, mientras circulaba por la Nacional I, cerca de Vitoria, el coche chocó contra un camión y los tres ocupantes resultaron heridos de consideración. En un primer momento, el estado de Luis Martín-Santos no parecía revestir gravedad: tenía un brazo roto y algunas contusiones, pero salió por su propio pie del coche accidentado e incluso llamó por teléfono para tranquilizar a su familia. Sin embargo, su estado se complicó unas horas más tarde, tras sufrir una hemorragia interna que los médicos no consiguieron contener. Murió al día siguiente, el 21 de enero de 1964, hace justo ahora sesenta años. «No recuerdo bien esas primeras horas, porque yo tenía poco más de cinco años», recuerda su hijo, Luis Martin-Santos Laffon . «Mi madre había muerto once meses antes en un accidente doméstico, y mis hermanos y yo no habíamos terminado de asimilar la situación, el cambio de vida, de colegio… Así que la noticia del accidente de mi padre la vivimos como un auténtico shock». Noticia Relacionada estandar Si Terminan los años de silencio de Luis Martín-Santos Una nueva edición de 'Tiempo de destrucción', su novela póstuma, aviva la llama que dejó el escritor, fallecido en 1964 La muerte de Martín-Santos (Larache, 1924- Vitoria, 1964), con 39 años, desató todo tipo de especulaciones. Hijo de un conocido general médico del bando de los vencedores, era un eminente psiquiatra - fue número uno de su promoción y, durante años, el médico más joven de España -, y ejercía como director de los Servicios de Salud Mental de la Diputación de Guipúzcoa. Su mujer, Rocío Laffon, había fallecido un año antes por un escape de gas en su domicilio, y el activismo político de la pareja -Martín-Santos fue varias veces detenido por pertenecer a la ejecutiva del PSOE en la clandestinidad, se encontraba en libertad atenuada y era seguido y vigilado por la Policía- apuntó a los servicios secretos como posibles responsables del accidente, hipótesis que fue inmediatamente descartada, e incluso se habló de suicidio. «Es un tema que hemos estudiado a fondo y que hemos descartado por completo», afirma su hijo. «Mi madre, que era una mujer elegante, inteligente, activista, tenía anosmia, falta del sentido del olfato, lo que explica que no pudiera darse cuenta del escape de gas, y respecto del accidente de mi padre, el que viajara acompañado en el coche creo que elimina cualquier sospecha». Luis Martín-Santos , amigo de Benet, de Ferlosio, de Martín Gaite, había publicado en 1962 'Tiempo de silencio', una novela que despertó interés y admiración y que se convirtió casi enseguida en una lectura imprescindible y él en uno de los autores más exitosos de su generación. Tras presentarla a un concurso que se declaró desierto tras las presiones de algunos miembros del jurado para no otorgar el premio a un disidente político (presentó el manuscrito con el mismo seudónimo, Luis Sepúlveda, que utilizaba en el PSOE), el manuscrito llegó a la editorial Seix Barral, donde José María Castellet anticipó las dificultades que podría tener con la censura. Y, efectivamente, el informe de julio de 1961 fue contundente: se declaraba la obra «no publicable». Noticia Relacionada La tercera estandar Si Así que pasen veinte años «Nunca le ha faltado público a Camilo José Cela, y espero que a los veinte años de su muerte se siga cumpliendo para él aquella piadosa sentencia de 'El Quijote': «Una de las cosas que más debe de dar contento a un hombre virtuoso y eminente es verse, viviendo, andar con buen nombre por las lenguas de las gentes, impreso y en estampa; porque, siendo al contrario, ninguna muerte se le igualara»» Tras solicitar un segundo informe, y ante la posibilidad de que el libro fuera definitivamente prohibido, Barral y Martín-Santos aceptaron eliminar las partes señaladas en 27 páginas del libro, algo más de 17 folios de texto, que el propio Martín-Santos regalaba fotocopiados a sus amigos junto con un ejemplar de la novela en el que indicaba dónde intercalar los pasajes censurados que no se publicaron en su integridad hasta 1980. La publicación de 'Tiempo de silencio' supuso una auténtica conmoción para el mundo de la cultura, y hubo quien, como García Hortelano, puso la novela a la altura de los grandes monstruos sagrados del boom, opinión que comparte el escritor Manuel Longares: «Recuerdo el inicio de la lectura, el contacto abrupto con la primera página, donde la lectura avanza enmarañada hasta llegar al segundo bloque narrativo, que se abre a unas evocaciones sobre la ciudad de Madrid, decididamente inolvidables. Al terminar la novela y hablar con los amigos de entonces, recuerdo que situábamos el texto de Martín-Santos a una altura difícil de alcanzar por nosotros como lectores o autores». Cuando murió, Luis Martín-Santos estaba trabajando en una nueva novela, 'Tiempo de destrucción', que quedó inacabada sobre la mesa de su despacho y que, años más tarde, y tras diversos avatares, se publicó en una edición crítica a cargo de José-Carlos Mainer en 1975, y en una nueva edición, más accesible, de Mauricio Jalón en 2022. Ahora, la celebración del centenario de su nacimiento, en noviembre de este año, permitirá reencontrarse con su literatura no sólo con reediciones de sus obras - Seix Barral acaba de publicar 'Tiempo de silencio' con prólogo de Enrique Vila-Matas -, sino descubrir su narrativa inédita en las 'Obras Completas' que empezará a publicar Galaxia Gutenberg : «Se trata de un proyecto largamente deseado», afirma Joan Tarrida, su editor. «Toda la obra de Martín-Santos ha estado hasta ahora en manos de sus hijos, que han necesitado tiempo para ordenar los papeles de su padre; cajas en las han aparecido poemas, obras de teatro, ensayos, conferencias, cuentos inéditos, que explican que 'Tiempo de silencio' no surge de la nada, sino que nace de alguien que llevaba tiempo escribiendo y que estas 'Obras completas' van a permitir descubrir. Hay mucho que explicar, que descubrir y que, puesto en contexto, permitirá conocer la auténtica dimensión de un autor al que, durante décadas, se ha considerado escritor de una sola obra». También con motivo del centenario, el próximo mes de marzo se inaugurará en la Biblioteca Nacional de España la exposición Luis Martín-Santos, 'Tiempo de libertad', comisariada por Julià Guillamón , y se presentará el documental 'Tiempo de silencio y destrucción', dirigido por Joan López Lloret . Cita Vila-Matas en su prólogo a la nueva edición de 'Tiempo de silencio' esa pregunta que le hicieron una vez a Martín-Santos: «¿Y usted, a qué se dedica?», a lo que respondió, vivaz, provocador: «A modificar la realidad española (y divertirme)». Un escritor, sin duda, irrepetible de quien terminan, con este centenario, sus años de silencio.