El teniente de la Guardia Civil de Sevilla acusado de tráfico de drogas y sus 'socios' robaron 29 fardos de hachís de la comandancia
En la Audiencia de Sevilla continúa el juicio con jurado contra Raúl P.M., teniente de la Guardia Civil acusado de tráfico de drogas , y sus dos socios. Este jueves el tribunal popular ha podido conocer las conclusiones de la perito del Instituto Armado que analizó la mercancía que le pillaron a los tres acusados: 29 fardos de hachís robados del depósito de la Comandancia de Montequinto. Tras la sesión del pasado martes, en la que testificaron el agente encubierto y el agente de Asuntos Internos que investigaron durante 18 meses a Raúl P.M., este jueves la vista oral ha continuado su desarrollo con nuevos testimonios. En esta cuarta sesión del juicio ha testificado brevemente un agente encargado de custodiar a los tres inculpados una vez fueron detenidos los mismos y conducidos a las dependencias internas de la Comandancia de Montequinto la noche del 7 de agosto de 2020. Después ha sido el turno de la perito encargada de redactar un informe sobre la recepción y el pesaje de los 29 fardos de hachís i ntervenidos a los supuestos compinches del teniente cuando los mismos intentaban sacarlos de la Comandancia a bordo de una furgoneta. Mientras esto ocurría Raúl P.M., que se enfrenta a 14 años y 4 meses de cárcel, esperaba fuera del cuartel en su vehículo oficial para hacer de lanzadera durante el trayecto hasta el lugar en el que iban a depositar la droga robada. Fueron detenidos esa misma noche. Esta perito, quien ha comparecido por videoconferencia, ha ratificado dicho informe, precisando eso sí que no se encargó del análisis como tal del hachís decomisado tras su frustrado robo por parte de los tres acusados en este juicio. Además, han comparecido también por videoconferencia dos agentes del área de Asuntos Internos de la Guardia Civil especializados en delitos informáticos e investigación digital , quienes han ratificado su informe sobre la 'Operación Azahar', elaborado con relación a los contenidos de los teléfonos móviles y ordenadores intervenidos a los inculpados. MÁS INFORMACIÓN noticia No El infiltrado que investigaba al teniente de la Guardia Civil de Sevilla: «Me ofreció dinero para la libertad del 'Cristiano Ronaldo' de la droga» A este respecto, el responsable de la unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil encargado de este caso señaló que las pesquisas desplegadas en torno al teniente Raúl P.M., quien fuera jefe de la unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Sevilla, comenzaron después de que un «compañero» de dicho efectivo alertase de sus «comportamientos extraños». Tras ello, según su narración, Asuntos Internos comprobó cómo el 4 de marzo de 2019, este teniente consultó en los archivos policiales la información correspondiente a un narcotraficante que caería en mayo de ese año junto con unos 1.100 kilos de cocaína . En ese momento, según su relato, a él y a su equipo ya les llamó la atención dicha consulta porque en el área de Seguridad Ciudadana este agente no tenía «misiones» que le condujesen a una figura para la cual la Guardia Civil ya cuenta con una unidad especializada. Posteriormente, y una vez abierta una «pieza separada» por parte del Juzgado Central de Instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional, que indagaba al citado narcotraficante, fue acordado introducir en el asunto un «agente encubierto» , el jefe de la unidad de Drogas de la Guardia Civil en Sevilla que según Raúl P.M. era su «amigo y referente» profesional, culpándole a él de ser un «corrupto» que le condujo por «derroteros» por los cuales afronta una petición de 14 años y 14 meses de cárcel por parte de la Fiscalía . Este «agente encubierto», según el responsable de Asuntos Internos, mantuvo un «engaño» durante unos 18 meses , haciendo creer al teniente acusado que trabajaba para él facilitándole información exclusiva de asuntos relacionados con el narcotráfico, a la que podía acceder por su cargo de responsable de la unidad de drogas. MÁS INFORMACIÓN noticia Si El teniente de la Guardia Civil de Sevilla acusado de tráfico de drogas: del barco piolín el 1-O en Barcelona al banquillo de la Audiencia Así, el agente encubierto comenzó a grabar sus conversaciones con Raúl P.M., cuyos dos teléfonos móviles fueron además intervenidos, según este responsable de Asuntos Internos. Usaban terminales encriptados habituales en organizaciones del mundo de la droga. Según la Fiscalía, el acusado proporcionaba a miembros de los grupos criminales del narcotráfico información cosechada de las bases de datos policiales de personas y vehículos relacionados con operaciones de tráfico de drogas, a cambio de dinero. Para ello, se servía del segundo acusado, José María C.C., quien «tenía contacto directo con las personas que se dedicaban al tráfico de drogas y era el intermediario», captando además al que resultaría ser el agente encubierto, para que «colaborara con él» cosechando información sobre investigaciones de narcotráfico a la que podía acceder por ser miembro de la Policía Judicial. Así, el agente de Asuntos Internos narró cómo su equipo comprobó que Raúl P.M. entregó al agente encubierto 10.000 euros aproximadamente por sus «gestiones» a la hora de obtener información y para que continuase trabajando para él, que de otro lado recibía ingresos por trasladar dicha información a miembros del narcotráfico, según este investigador. Al punto, destacaba el «afán» del acusado por « conseguir dinero como fuese », así como su especial interés por «llevarse mercancía», en alusión a apropiarse de partidas de droga. Ello le llevó a rememorar el asunto de la noche del 7 de agosto de 2020 , para la cual el acusado, según su relato, habría diseñado un inicialmente «descabellado» plan para hacerse con numerosos fardos de hachís que habían sido depositados en la Comandancia de la Guardia Civil de Montequinto, sustituyendo los bultos por otros rellenos con arena y otros materiales . Según este investigador, Raúl P.M. animó a sus secuaces a acometer esta operación porque era «un pelotazo» con el que ganarían «mucho dinero».