Rafa Nadal, al resto

La semana pasada Rafa Nadal concedió una entrevista a laSexta. La periodista Ana Pastor fue hasta la Rafa Nadal Academy para conversar con el tenista. No fue una entrevista muy distinta de la que vimos cuatro meses atrás en Movistar+ en cuanto a su estado físico y su futuro competitivo. Pero un hecho marcaba las diferencias en esta ocasión y es el anuncio hace un mes de su compromiso con la Federación Saudí de Tenis para ejercer como embajador en el país árabe. Se intuyó que las críticas que recibió por colaborar con un régimen que vulnera los derechos humanos motivaron (sin prisas) cierta voluntad de aclararlo. Nadal le echó las culpas a su equipo de comunicación “por un error en la manera de comunicarlo” aunque él después tampoco fue muy explícito en dar detalles sobre las implicaciones que conllevaba. Ana Pastor le preguntó también por el deporte femenino y la igualdad de derechos porque, como muy acertadamente apuntó la periodista, “se te nota incómodo”. Y así lo estaba pareciendo. “Lo que no soy es hipócrita” le espetó Nadal. Pero fue obvio que se mostró bastante más a la defensiva que en el resto de la conversación e incluso más vehemente. El tenista recurrió al clásico de las mujeres deben cobrar menos cuando generan menos ingresos. Y lo apoyó con la frase de “la igualdad no reside en regalar”. Nadal llegó a preguntarle a la presentadora de ‘El Objetivo’ por qué razón creía que los premios económicos entre hombres y mujeres en el tenis eran prácticamente iguales. Seguramente, la leyenda del tenis Billie Jean King le explicaría muy bien y con gran generosidad a Rafa qué es lo que ella tuvo que hacer (y sigue haciendo) para lucharlo y para que se respetara a las tenistas. Aún así, Nadal insistió que en inversión y oportunidades él creía que las condiciones debían ser las mismas para hombres que para mujeres. Teniendo en cuenta el marco incomparable de la Rafa Nadal Academy en la que se desarrollaba la entrevista, quizá hubiese sido oportuno preguntarle al tenista qué proporción de plazas y de tenistas chicos y chicas tiene como residentes fijos en su magnífica escuela y también de qué modo en su contrato con la Federación Saudí de Tenis se compromete con la igualdad en un país donde él sabe perfectamente que ellas nunca merecen ni las mismas oportunidades ni la misma inversión.

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