Qué es el déficit público y qué significa para la economía de un país
El déficit público, también llamado déficit presupuestario o fiscal, es la diferencia negativa que puede haber entre los ingresos y los gastos de la administración de un país en un periodo de tiempo concreto. Esta cantidad suele expresarse en un porcentaje sobre el Producto Interior Bruto (PIB). Cuando la diferencia entre ingresos y gastos es positiva, se habla de superávit.
Este medidor económico se utiliza para conocer el equilibrio de las cuentas de la administración pública de una nación y se calcula en todos los niveles: el general o estatal, el autonómico y el local. Esto implica que los datos pueden variar en función de cuál de ellos se analice. Puede darse el caso de que una comunidad autónoma presente superávit mientras la administración central sufre déficit o viceversa.
Contexto. Una administración tiene ingresos, por lo general vía impuestos, que pagan los ciudadanos. Los gastos se reflejan principalmente en los presupuestos y los más grandes suelen destinarse a pensiones, educación y sanidad.
Para calcular el déficit público del conjunto del Estado se suman los balances de todas las administraciones. Una vez se tiene la diferencia total entre ingresos y gastos, esta se divide sobre el porcentaje del PIB anual. Es decir, si los ingresos son de 1.000 euros, los gastos de 1.500 euros y el PIB de 10.000 euros, el déficit público será del 5%.
La excepción local del déficit público en España
En la cuestión del déficit, las administraciones locales presentan cierta diferencia respecto al resto. El artículo 135.2 de la Constitución Española indica que “las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario”, es decir, que no podrán incurrir en déficit público.
Dicha regla fiscal quedó suspendida en 2020 y 2021 debido a la pandemia del COVID-19, como recoge la página web de la Cámara Baja. Esto se pudo aprobar en base a lo establecido por el punto 4 del artículo 135, que permite su flexibilización en casos de emergencia y con apoyo de una mayoría absoluta en el Congreso. En la actualidad, los ayuntamientos deben mantenerse en equilibrio presupuestario.
Evolución del déficit en España
Aunque este indicador es estanco y se mide de forma anual y trimestral, se puede comparar su evolución. En España, el pico más reciente de déficit público tuvo lugar en 2020, con un 10,1% anual sobre el PIB frente al 3,1% de 2019.
A partir de entonces, el déficit ha disminuido, con un 6,7% en 2021 y un 4,7% en 2022, como reflejan los datos del Banco de España. Para 2023, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, prevé un 3,9% y para 2024 se propone un 3%.
Otros picos notables de déficit se dieron en el país tras producirse la crisis de 2008: en 2009 el porcentaje sobre el PIB que representaba este indicador pasó del 4,6% del año anterior a un 11,3%.
En 2012 se llegó al 11,6% de déficit público y, a partir de entonces, este comenzó a disminuir progresivamente, hasta que en 2019 se dio un ligero aumento de un 2,6% a un 3,1%, previo a la crisis de 2020.
La normativa europea sobre el déficit público
La Unión Europea marca en un 3% anual sobre el PIB su valor de referencia de déficit público y lo considera el límite deseable para sus Estados miembros. En España, el último dato anual de déficit público es el de 2022, con un 4,7% de déficit.
Si el límite del 3% marcado por la Unión no se cumple, esta aplica el Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE) y sanciona al país en cuestión con una multa del 0,2% de su PIB sumado a un componente variable que depende de la lejanía del déficit al valor de referencia y que, de forma individual, nunca podrá superar el 0,5% de su PIB. La sanción se acumula cada seis meses hasta la toma de medidas efectivas por parte del Estado afectado.
Esta normativa se suspendió en 2020 por el impacto de la pandemia. En diciembre de 2023, durante la Presidencia española, el Consejo acordó reactivarla para este año, manteniendo las medidas de antes de 2020.
Del mismo modo, el Consejo también acordó una propuesta para modificar el reglamento relativo al PDE que, entre otros cambios, incluye una reducción de las multas del 0,2% del PIB al 0,05%. No obstante, la modificación aún no está consolidada.
Otros tipos de déficit
La forma de calcular el déficit público también puede variar en función del tipo de información que se busque extraer de él. Se habla de déficit primario cuando en el cálculo de los gastos no se incluyen los pagos de intereses, déficit cíclico cuando este es consecuencia de una recesión económica y déficit estructural cuando el equilibrio o el superávit son inalcanzables incluso en un supuesto de pleno empleo. El déficit también se puede ajustar para eliminar de su análisis la influencia de fenómenos económicos como la inflación o la recesión cíclica.
Diferencias con la deuda pública
Pese a que déficit y deuda pública son dos medidores económicos interrelacionados, es importante tener claras sus diferencias. La deuda pública es un indicador que acumula el déficit de cada año y que muestra el total de dinero que debe un país. El déficit público tan sólo indica la diferencia entre ingresos y gastos producida en un periodo determinado. Además, la deuda pública también se ve afectada por intereses y por las multas del Procedimiento de Déficit Excesivo, que se acumulan cada seis meses.
Fuentes
Banco de España
Consejo Europeo
Legislación de la Unión Europea
Ministerio de Economía, Comercio y Empresa
Constitución Española de 1978
Universidad de Barcelona