Siete años sin Chávez
A exactos siete años de su siembra, lo necesitamos más que nunca. Esta Latinoamérica lacerada y desgarrada por la agresión del dictador mundial que ocupa la Casa Blanca –erigido en policía, fiscal, juez, jurado y verdugo del resto del mundo–, necesita más que nunca de la entrañable presencia del Comandante, de su saludable influjo. Su siembra, lejos de borrarlo de la escena política, agigantó su presencia y su gravitación en las luchas de nuestros pueblos.