El prestigio de la escasez
Cantábamos en el colegio aquello de “Ahora que somos pequeñitos/ y de pueril inteligencia/ no sabemos apreciar/ el bien que se nos hace/ en esta santa casa/ en esta santa casa/” y también, después de algún partido de fútbol, de esos disputados con máximo coraje, entonábamos el “Hemos ganado/ hemos ganado/ el equipo colorado/ el defensa medio muerto/ y el portero escalabrado/”. El sábado a mediodía interesaba merodear por los alrededores de las sedes de los partidos políticos contendientes en los comicios del domingo. Читать дальше...