La incertidumbre impera estos días en Washington. No sólo es que todo un presidente de los EE.UU. se niegue a admitir el resultado de unas elecciones, una semana después de estas. Es que el control del Capitolio ha quedado, de forma sorprendente, en el aire, porque la mayoría del Senado depende de dos escaños en Georgia. Si los republicanos pierden en una segunda vuelta que tendrá lugar allí el 5 de enero, Biden y su partido tendrán un poder casi omnímodo para hacer a su antojo al menos durante dos años, a partir de enero. Читать дальше...