Americanistas, peregrinos y héroes. La crónica del tricampeonato en Monterrey
Llego a Monterrey un viernes, enfundado en un jersey amarillo del Club América. La bienvenida me la dan en la fuente del Neptuno, un junior en un Audinos mienta la madre dos veces con el claxon a mí y a dos amigos americanistas. Sólo distraigo un segundo la mirada para ponerle cara de ‘ni te topo, huerco’. Después en El Rey del Cabrito, una señora fifí nos dice en voz alta: “¡Ay, quítense la playera o los van a apedrear!”. Yo sonrío y luego inflo el pecho como pavorreal. Volar hasta acá para la final... Читать дальше...