Las noches malditas de Lisboa

Lisboa, otra vez Lisboa, volvió a romper el sueño del Atlético de Madrid, eliminado anoche en cuartos de final por el joven Leipzig, un club fundado en 2009. Seis años después de que se le escapa la Champions League de 2014 que casi agarraba con las dos manos, el sueño voló de nuevo en la capital portuguesa, donde el equipo de Simeone puso fin a la aventura en busca de su cuarta final en la máxima competición europea. Un trofeo maldito también en una edición reconvertida a un formato de partido único y en el que el cuadro, aparentemente, parecía de cara para que los rojiblancos pudieran acabar con el maleficio. La despedida no resultó tan cruel como aquella que se gestó por un gol en el minuto 93, pero sí igual de dolorosa. Joao Félix no fue suficiente para superar a los alemanes.



Copa de Europa o Champions, el nombre es lo de menos. El sufrimiento no abandona al Atlético
de Madrid en una competición que se empeña en ser esquiva a los rojiblancos. El impronunciable Schwarzenbeck, al final de la prórroga, frustró el primer intento en Bruselas (1974); un cabezazo en el tiempo de prolongación les condenó en 2014; y una tanda de penaltis acabó con el sueño dos años después en Milán. Este año no habrá una cuarta posibilidad de final para los madrileños porque un cabezazo de Dani Olmo y un rebote dieron la clasificación al Leipzig.


Lisboa es una ciudad que Diego Costa tiene grabada en su cabeza desde la final de la Champions de 2014, en la que solo duró ocho minutos al resentirse de una lesión de la que había intentado recuperarse por todos los medios. Entonces no tuvo éxito y tampoco el Atlético de Madrid, al que se le escapó el título en el minuto 93. El delantero deseaba reivindicarse en la capital lusa desde que supo que el título de 2020 se decidiría allí, pero el protagonismo que no tuvo hace seis años tampoco lo recuperó anoche en los cuartos de final ante el Leipzig. Ofreció pelea y alguna protesta, pero no goles. Sus compañeros no le encontraron en el área. Upamecano, siempre. El delantero se estrelló una y otra vez contra el defensa y no fue capaz de tirar a portería en todo el partido. Se marcha de esta Champions sin estrenarse.



Joao Félix, lo intento, pero no pudo ser profeta en su país. El fichaje más caro en la historia del club, que comenzó animando desde el banquillo, arregló la papeleta al Atlético de Madrid cuando más negra pintaba la noche. El delantero, el segundo máximo goleador rojiblanco a lo largo del curso, cambió el guión del partido después de que Dani Olmo adelantara al Leipzig en el segundo acto e intentó empujar al equipo de Simeone hacia una remontada que no terminó de llegar por un gol de fortuna de los alemanes después de que la perla lusa hubiera marcado de penalti tras ser derribado dentro del área.



El Leipzig, un club joven que fue fundado hace once años y que ascendió a la Bundesliga en 2016, resistió a Joao Félix y al Atlético y acabó celebrando la clasificación para las semifinales de la Champions. La primera de su corta vida.


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