Quince planes de un día para disfrutar del mes de agosto cerca de Madrid
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Patones, un lugar anclado en el tiempo
A 62 kilómetros al nordeste de Madrid se esconde Patones, un lugar que parece anclado en el tiempo y conservado para ser disfrutado como una reliquia de otro tiempo. Conocido por la leyenda de estar oculto y no ser vistos por el ejército francés durante la invasión napoleónica ha sido escenario de varias series de cine y televisión y cuenta con coquetas casas rurales y una gastronomía exquisita.
Un día en el Pantano de San Juan
El pantano de San Juan está situado entre Ávila y Madrid en los términos municipales de San Martín de Valdeiglesias, El Tiemblo, Cebreros y Pelayos de la Presa. Dada su cercanía, el pantano bautizado como la playa de la capital es una de las mejores opciones para los madrileños que busquen darse un baño, practicar deportes acuáticos o refrescarse en un entorno natural a poco más de una hora de distancia.
Visita a El Bosque Encantado
Muy cerca, también en la localidad de San Martín de Valdeiglesias, se encuentra el Bosque Encantado, un jardín botánico único en Europa con un recorrido muy especial entre más de trescientas esculturas vivientes al estilo «Eduardo Manostijeras». El Jardín posee además un pequeño hotel de siete habitaciones ideal para pasar un fin de semana.
Aranjuez, historia, la cultura y la naturaleza
Para los amantes de la historia, la cultura y la naturaleza, Aranjuez se convierte en un destino ideal. A unos 55 km al sur de Madrid, el Real Sitio y Villa de Aranjuez posee gran riqueza tanto histórico-artística como natural, gracias a sus palacios y jardines a orillas del río Tajo.
Chinchón, escapada gastronómica
Para una escapada gastronómica una lugar ideal es sin duda Chinchón. En algo menos de una hora de Madrid se accede a todo un mundo de sabores y delicias para el paladar. La Plaza Mayor de Chinchón, emblema de la población, acoge a los viajeros ofreciendo la posibilidad de disfrutar de un vino y una tapa a la sombra de sus soportales.
Sierra de Guadarrama
En Madrid existe la tradición de aprovechar el buen tiempo de los fines de semana en verano y acercarse a la Sierra a disfrutar del campo. La Sierra de Guadarrama, a tan solo 60 km de Madrid, alberga gran cantidad de paisajes naturales en los que practicar senderismo y desconectar del estrés diario, tanto en La Pedriza, el Parque Natural de Peñalara o el Valle del Lozoya. Una opción es subir al puerto de Navacerrada y tomar el telesilla hasta la Bola del Mundo a una altitud de 2257 metros.
San Lorenzo de El Escorial
Dentro de la sierra del Guadarrama hay que hacer una mención especial a San Lorenzo de El Escorial con su Monasterio como eje central. Este impresionante monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue mandado construir por Felipe II en el siglo XVI. La Basílica, el Panteón Real y su biblioteca son visitadas cada año por miles de personas. Pero no está completa la visita sin recorrer sus calles, su paisaje natural y su amplia oferta gastronómica, cultural y de ocio. Merece la pena hacer noche en este Real Sitio de animada vida nocturna.
Sierra de Gredos, mucho más que naturaleza
Situado al sur de la provincia de Ávila, encontramos una espectacular creación natural de lagunas, gargantas, circos, riscos. Es la Sierra de Gredos, lugar ideal para desconectar un fin de semana de agosto. Con temperaturas agradables el tiempo acompaña para acudir a disfrutar del río en época estival pero este año son muchas las que han prohibido el baño por prevención ante el Covid-19 siempre se puede hacer un buen picnic.
Ávila, conjunto Histórico-Artístico
Una vez terminada la jornada al aire libre en la sierra de Gredos nada mejor que acudir a Ávila para pasar el resto del fin de semana. La ciudad, conjunto Histórico-Artístico nacional, incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, bien merece una visita. Un buen plan es perderse en sus calles de estructura típica medieval y disfrutar del paseo por sus recoletas plazas, pequeñas calles, palacios y casonas nobles todo un conjunto rodeado por su espectacular muralla que envuelve la ciudad.
Segovia y su fascinante historia
Para los más urbanitas, a poco más de una hora se sitúa Segovia, famosa por el impresionante acueducto que cruza la ciudad, uno de los monumentos mejor conservados de la época romana. Además el Alcázar, una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla en la Edad Media, es otro de los grandes símbolos de la ciudad. A nivel gastronómico, el cochinillo asado en horno de leña tradicional es la especialidad, realizando el corte con un plato en vez de con cuchillo para certificar el punto de la carne, como manda la tradición.
Prádena y la Cueva de los Enebralejos
En la provincia de Segovia, en Somosierra y escondido entre vegetación de acebos, robles, sabinas y retamas se encuentra la pequeña localidad de Prádena, una villa de apenas 600 habitantes que oculta bajo tierra una de las cuevas más impresionantes de la península, además de uno de los acebales más importantes de España y un pueblo con un encanto especial donde sus callejuelas invitan al paseo despreocupado sin rumbo fijo en busca de paz y tranquilidad.
La historia de Prádena se remonta hasta el neolítico, tal y como atestiguan los restos encontrados en la Cueva de los Enebralejos. Desde su entrada, la cueva presenta la belleza de sus salas y galerías, adornadas con un espléndido conjunto de concreciones calcáreas: estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y banderas se suceden a medida que nos internamos en ella.
La riqueza monumental de Toledo
La ciudad de Toledo, a una hora en coche de Madrid, es una buena opción porque permite disfrutar de la riqueza monumental de la villa y su amplia oferta gastronómica, cultural y de ocio. Conocida como «ciudad de las tres culturas», debido a la convivencia durante siglos de cristianos, árabes y judíos, Toledo conserva tras sus murallas un legado artístico y cultural en forma de iglesias, palacios, fortalezas, mezquitas y sinagogas.
Un baño en el pantano de Cazalegas
Si lo que quieres es disfrutar del baño, a una hora de Toledo, está el pantano de Cazalegas, junto a Talavera de la Reina. Es el río Alberche el que forma el pantano y es una zona perfecta para el baño y la práctica de deportes náuticos.
Teleférico, un plan sin salir de Madrid
Para aquellos que prefieran quedarse en la capital una opción para desconectar en plena naturaleza es ir al Teleférico de Madrid que comienza en el paseo del Pintor Rosales y termina en la Casa de Campo. En su trayecto sobrevuela la rosaleda del Parque del Oeste, la estación de cercanías de Príncipe Pío, la ermita de San Antonio de la Florida y el río Manzanares y termina junto a la plaza de los Pasos Perdidos de la Casa de Campo. En esta terminal hay un restaurante-cafetería con un mirador, un aparcamiento para vehículos y zona de picnic con un parque infantil.
Parque de El Capricho
El Parque de El Capricho, situado en el madrileño barrio de la Alameda de Osuna, fue mandado construir por la condesa-duquesa de Benavente entre 1787 y 1839 y es el único jardín del Romanticismo existente en la capital. Considerado uno de los parques más bellos de la ciudad tiene una superficie de 14 hectáreas con rincones de cuento como el estanque, la plaza de los Emperadores, la fuente de los Delfines y de las Ranas, la «casa de la vieja», el fortín, la ermita, o el «abejero». El palacete, obra de Antonio y Martín López Aguado, albergó en su día numerosos cuadros de Goya.
Tras décadas de relativo abandono, en 1974 fue comprado por el Ayuntamiento de Madrid, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural. Solo abre los fines de semana y festivos. Su entrada, que es gratuita, está controlada con tornos que limitan el aforo a 1.000 personas.