María Pagés: «Ahora somos conscientes de nuestras carencias»
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Pero el primer paso es bailar. Y María Pagés va a hacerlo este fin de semana sobre un escenario por primera vez desde el confinamiento. Ya lo hizo hace unos días en el Festival de Peralada, cuya edición de este año, que se celebra online, abrió ella con un espectáculo creado para la ocasión y titulado «Entremos en el jardín». Pero ese día María Pagés bailó para un reducido grupo de invitados y para las cámaras. «Trabajamos mucho para la retransmisión en streaming del espectáculo, para conseguir que reflejara la obra escénica; esa fue la labor más ardua».
Pero María Pagés es consciente de que aquella actuación no es lo mismo a lo que ella está acostumbrada, y que su verdadero reencuentro con el público se producirá hoy. Y ese, asegura, «es nuestro objetivo. Todo lo que hacemos se dirige a crear la ceremonia y compartirla con el público». En las últimas semanas, cuenta la bailarina y coreógrafa, «El Arbi y yo hemos querido ir a todos los espectáculos que hemos podido, precisamente por lo que le digo: para ponernos al otro lado, para prepararnos con ese reencuentro que estábamos deseando. Y hemos visto que el comportamiento del público de los teatros ha sido admirable: todos éramos cómplices de ese reto común que es en estos momentos acudir al teatro».
«Siete golpes y un camino» se estrenó en la Bienal de Flamenco de Sevilla de 2014. «Con este espectáculo -cuenta la artista- queríamos celebrar los veinticinco años de la compañía. Y en abril de este año teníamos previsto recuperarlo y celebrar con él los treinta años con todas las vivencias y el alimento de los últimos cinco». Pero la pandemia lo ha retrasado, y el espectáculo, reconoce María Pagés, ha de ser diferente, lógicamente, al que hubiera presentado si no se hubiera vivido el confinamiento. «Hemos recogido toda la reflexión, venimos a Madrid con toda la experiencia de la pandemia».
Un poema de José Saramago -«Ergo Uma Rosa», recitado por el propio poeta- abre el espectáculo, donde María Pagés comparte dirección y dramaturgia con El Arbi El Harti. Y es que la poesía siempre ha tenido un significado especial en el trabajo de la coreógrafa. «La entendemos como parte de un todo; es la palabra para la dramaturgia, es la palabra para los cantes: la poesía está muy presente en el flamenco. Y es al mismo tiempo música en sí misma, marca un ritmo musical y en este espectáculo se muestra desnuda».