La epidemia acelera con el auge de casos y muertos en Cataluña, Madrid y País Vasco
Los principales indicadores de la pandemia en España arrojan cada día mayores volúmenes, a un ritmo que se acelera. Por segundo día consecutivo, ayer España volvió a rondar los 3.000 casos diagnosticados en las anteriores 24 horas, pero la realidad es que Sanidad añadió hasta 5.479 nuevos infectados al balance general con respecto al jueves. En las últimas dos semanas, el país ha detectado 51.385 contagios. El 31 de julio, este mismo apartado reflejaba 27.020.
En números absolutos, las cifras escalan a un ritmo cada vez mayor arrastradas en especial por unas pocas comunidades. Por segundo día consecutivo, ayer Madrid fue la autonomía que más nuevos casos notificó en el informe del Ministerio, 731 con síntomas en las anteriores 24 horas y más de 1.200 incluyendo los introducidos con retraso o asintomáticos. El incremento en la tercera comunidad con mayor población del país se suma así a las ya constantes cifras de Aragón, que reportó 481 en las anteriores 24 horas. Prácticamente el mismo número de País Vasco, que tuvo 480, cuando hace dos semanas estaba en torno a los 150 diarios. Yaunque en el balance de Sanidad, Cataluña «solo» incluyó 169 detectados en las anteriores 24 horas, aportó más de un millar de casos al balance real. Una cifra que confirma una tendencia ascendente impulsada por la realización de cribados masivos en grandes localidades de la periferia de Barcelona.
Además, según las cifras que facilitó Cataluña y que diferen de las reflejadas en el balance del Ministerio, la comunidad se quedó a un paso de superar, de nuevo, la barrera psicológica de los 30 fallecidos por coronavirus en un solo día. Ya lo hizo el pasado 4 de agosto, cuando se superó un índice de mortalidad que no se alcanzaba desde el mes de mayo. Así las cosas, según los datos facilitados por el Departamento de Salud catalán, se contabilizaron 28 decesos causados por el virus, 25 más que en el día anterior.
Aunque las cifras catalanas son francamente negativas (especialmente la de fallecidos) las autoridades de la comunidad insisten en pedir a la opinión pública y a los medios que no se fijen en los datos de un día concreto. En lugar de ello recomiendan que se tenga en cuenta el conjunto de la semana. Fuera como fuere, el virus sigue matando en Cataluña y los contagios y rebrotes, algunos incluso con transmisión comunitaria, están a la orden del día. Afortunadamente, el devenir del virus no se siente aún con gran intensidad en la infraestructura hospitalaria, aunque sí en la atención primaria. «Es muy difícil bajar la curva, pero muy fácil que vuelva a subir», afirmó el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, en declaraciones en RNE.
En realidad, Cataluña es una de las seis comunidades autónomas que, según Sanidad, tiene una incidencia que supera por un amplio margen los 100 positivos detectados por cada 100.000 habitantes en 14 días. Entre ellas, a la cabeza, está Aragón (con 569 positivos por cada 100.00 personas); seguida de País Vasco (195), Navarra (188), Madrid (171), Cataluña (143) y Baleares (137). Los fallecidos en la última semana son ya 62 en toda España, 23 de ellos en Madrid.
En este momento, el debate se centra en cómo debe prepararse el sistema sanitario nacional ante la segunda oleada de la pandemia. Esta semana los médicos agrupados en la Organización Médica Colegial (OMC) pidieron un «golpe de timón» en la gobernanza de la lucha contra la pandemia y reclamaron responsabilidad a la ciudadanía. ¿Su temor? Que el número y amplitud de brotes desborde la capacidad de control de ayuntamientos y comunidades cuando acabe el verano, sumada a una mayor presión hospitalaria. Porque la cifra de ingresos ya ha incrementado. En la última semana, han sido 1.015 las personas que han sido hospitalizadas, 46 de ellas en la UCI. La semana pasada eran otras 677.
Argimón –hombre fuerte de la Salud en Cataluña frente una consejera Vergés (ERC) debilitada y desaparecida desde hace días– tiene un diagnóstico claro: «Hay que prepararse, vamos a vivir meses, muchos meses con el virus, y tendremos que convivir pacíficamente».