Escándalo en Bélgica por el vídeo de la muerte de un hombre bajo custodia policial
El vídeo de la muerte en 2018 del checo Jozef Chovanec mientras permanecía bajo custodia policial en el aeropuerto de Charleroi ha desatado una gran polémica en Bélgica.
El hombre había sido detenido después de haber un altercado durante un vuelo en febrero de ese año y, según se aprecia en las imágenes, empezó a darse golpes en la cabeza contra la pared de la celda en la que se encontraba hasta empezar a sangrar.
Luego un grupo de policías le sujetaron contra el suelo y uno de ellos se sienta sobre su caja torácica durante 16 minutos. Mientras, otros aparecen riendo y una agente hace lo que parede el saludo nazi.
Chovanec, que se dedicaba a enviar a Bélgica a trabajadores de la construcción y viajaba con frecuencia a ese país, fue trasladado al hospital. Entró en coma y al día siguiente, falleció.
En Bélgica, la muerte de este hombre bajo custodia policial ha llevado a realizar comparaciones con el caso de George Floyd , el afroamericano muerto después de que un agente lo sujetara contra el suelo con una rodilla en Mineápolis (EE.UU.), informa la web de la BBC.
La esposa: «Quiero saber por qué actuaron así»
A la vista de lo que recoge el vídeo, su esposa Henrieta ha pedido que se abra una nueva investigación sobre su detención. «Quiero saber qué pasó y por qué se comportaron de esa manera», declaró al diario «Het Laatste Nieuws», el primero en conseguir las imágenes.
La familia desconoce por qué Chovanec tuvo esa actitud extraña, sin que la autopsia revelara que estuviera bajo los efectos de alcohol o drogas.
Un portavoz de la fiscalía de Charleroi asegura que se ha interrogado a todos los agentes involucrados en el incidente, pero que, debido a la crisis del Covid-19, ha habido un retraso. Un portavoz policial indicó a la web Sudinfo que la agente que levanta el brazo al estilo nazi sería despedida este mismo jueves.
El ministro del Interior, Pieter de Crem, aseguró a los medios belgas qu elas imágenes son «sumamente impactantes» y que lo sucedido en este caso es «obviamente desproporcionado».