Educación quiere que los padres se comprometan a no llevar a sus hijos al colegio con fiebre

El Ministerio de Educación volvió a dejar claro a las comunidades que la vuelta al cole dependerá de cada territorio. Ya lo dijo en varias ocasiones la ministra, Isabel Celaá: «Las comunidades tienen competencias». Ayer lo recordó el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, a los «segundos» de las consejerías de las comunidades reunidos en el marco de la Comisión General de Educación. Se trata de la antesala a la Conferencia Sectorial que tendrá lugar mañana y que será presidida por la propia Celaá. En ella participarán también el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, y en su transcurso el Gobierno intentará «ponerse la medalla» con algún acuerdo que refleje un mínimo consenso o una declaración conjunta en la que se afirme que los colegios son tan seguros como los centros de trabajo. Sobre todo después de las críticas que recibió Celaá por parte del PP, de los sindicatos y hasta de su socio de partido, Unidas Podemos, por «falta de liderazgo». Sin embargo, las comunidades ya tienen sus protocolos y ayer, la Comunidad de Madrid y Cataluña presentaron su plan para la vuelta al cole, por lo que no queda muy claro qué de novedoso «sacará» la ministra mañana. En cualquier caso, Tiana empezó ayer a sondear a las comunidades para buscar los puntos comunes y volvió a repetir la necesidad de «coordinación», según ha podido saber ABC por parte de los asistentes. El secretario de Estado preguntó a las comunidades por cuestiones puntuales como el uso de las mascarillas, la toma de temperatura en los centros (la mayoría de las regiones no lo harán) o de qué forma van a asegurarse de que los padres no llevan a los niños con síntomas (fiebre, tos...) a clase. Se barajan dos opciones: una declaración responsable (como harán Cataluña, Comunidad Valenciana o Cantabria) o una comunicación fehaciente (como hará Madrid). En la primera, los padres firman un documento en el que declaran que su hijo no tiene síntomas de Covid; la segunda opción es algo más «ligera», es decir, los centros envían una comunicación a los padres y se cercioran de que ésta llegue a los mismos, por ejemplo, Madrid enviará un correo electrónico con confirmación de lectura. Abogados consultados por ABC descartan que mentir en la declaración responsable o llevar al niño con fiebre habiendo leído la comunicación pueda tener consecuencias. «Aquí se aplica el Nulla poena sine lege, es decir, no hay pena sin ley; no puede sancionarse una conducta si la ley no la califica como infracción. La mentira no es un delito, para que fuera infracción tendría que estar regulada. En todo caso, podría tener consecuencias adminisrativas, pero eso lo debe decir la norma. Las administraciones públicas actúan mediante resoluciones y normas y no puede poner sanción si no hay infracción tipificada», explica el abogado Borja Adsuara. En la misma línea apuntó la Consejería de Educación de la Comunidad Valenciana: «Es un tema pactado y acordado desde julio en el Foro Educativo Valenciano donde están representadas todas las plataformas de AMPA. No es ninguna penalización, sino un pacto con las familias para que todos actuemos con prudencia y nos ajustemos a las medidas que han establecido las autoridades sanitarias», informa Rosana B. Crespo. Por su parte, la Comunidad de Madrid también confirmó que no habrá consecuencias para los progenitores. Semipresencialidad Tiana sí puso sobre la mesa líneas generales de actuación, algunas ya conocidas: se recordó la idoneidad de los grupos de convivencia estable desde Infantil hasta 2º de Primaria; se sugirió una apertura ordinaria de los centros, tanto en forma como en calendario; se pidió la presencialidad en Infantil y Primaria, mientras que se planteó la semipresencialidad al avanzar cursos. También se solicitó asegurar los servicios de comedor y transporte; que creen canales entre Educación y Sanidad; que la ventilación sea elevada o que los protocolos sean claros en cuanto a qué hacer frente a un brote.