Sanidad pospone una semana el plan definitivo para Navidad pero aclara que la última palabra será de las comunidades
Las reglas fijas sobre cómo celebrar las fiestas de Navidad de 2020 y el Año Nuevo de 2021 quedan en el aire. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, lo ha explicado en la rueda de prensa después del Consejo Interterritorial, la reunión semanal que mantiene con los consejeros y consejeras de la rama. El Gobierno envió ayer a las comunidades un borrador sobre recomendaciones para la ciudadanía para la celebración de las fiestas navideñas de forma segura frente a la COVID-19. Fuentes de Sanidad ya habían adelantado que esta reunión no se iba a estar centrada en eso, y otras fuentes conocedoras del encuentro han confirmado que apenas se ha tratado el tema porque no está todavía el documento definitivo y todavía se está trabajando. Salvador Illa ha emplazado a apuntalar el texto sobre la Navidad la semana que viene y espera llegar a "recomendaciones de máximo consenso". Y ha aclarado que la situación epidemiológica de las comunidades es distinta y que quedará en mano de los gobiernos autonómicos que se haga en cada territorio finalmente.
Bajo un "mismo esquema", ha dicho, "cada uno tendrá que adoptar sus decisiones en relación a su situación epidemiológica". La "opinión mayoritaria" es que hay que llegar a ese consenso, ha defendido el ministro, y están "recogiendo pareceres, vamos a ver si llegamos a un acuerdo la semana que viene". El Consejo lo ha presidido, además del ministro Illa, la titular de Política Territorial, Carolina Darias. Y ha estado presente por vía telemática la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides.
La propuesta del borrador Gobierno para las comunidades para la Navidad era limitar a seis personas las reuniones y retrasar el toque de queda a la una los días 24 y 31 de diciembre –actualmente es, como tarde, a las 00–. También aconseja "evitar o minimizar" encuentros comunes en estas fechas como celebraciones de trabajo, de antiguos alumnos, o de clubes deportivos. En caso de celebrarse, explica el documento, se mantendrá el límite de seis y "preferiblemente en el exterior". Los desplazamientos entre territorios deberían evitarse, pero quedan suscritos a las normas vigentes cuando llegue el momento. Además de otras indicaciones sobre las cabalgatas, la San Silvestre, o la misa del gallo. De momento, la primera voz crítica ha sido de la Comunidad de Madrid. El gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya ha manifestado que quiere ampliar las reuniones de los días señalados a 10 personas, y el toque de queda a la 1:30, incluido el día de Navidad, Año Nuevo y Reyes.
Había un segundo documento por comentar en esta reunión, el plan de vacunación COVID-19, que llevó Salvador Illa ayer martes al Consejo de Ministros. Ambos documentos, Navidad y vacunación, se han elaborado en colaboración con representantes de las comunidades. Se sigue trabajando en el de la vacunación, que está "vivo". La estrategia española solo describe a cuatro grupos prioritarios, los que recibirán un "suministro inicial" en una primera etapa, de enero a marzo: sanitarios, usuarios de residencias, y grandes dependientes. El ministro evita concretar cuáles son los demás grupos poblacionales, porque hay 14 más, "los daremos a conocer en su momento".
En cuanto a la situación epidemiológica, el ministro ha celebrado que "mejora en todos los territorios, ya se puede decir": la incidencia acumulada bajó el lunes de los 400 casos a nivel nacional, se sitúa este miércoles en los 340 y disminuyen todos los indicadores, ocupación hospitalaria, UCI, y positividad. Sin embargo, ayer se alcanzó cifra récord de fallecidos en la segunda ola, más de 500, y hoy se han notificado 369. Así que "no podemos bajar la guardia", ha repetido una semana más. Illa también ha comentado en rueda de prensa la cuarta ola del estudio de seroprevalencia, que medirá el nivel de anticuerpos entre la población española en noviembre, es decir, cuánta gente a estas alturas del año ha estado en contacto con la COVID-19. El titular de Sanidad ha deslizado que necesitan más participación de los ciudadanos que están seleccionados para el estudio, aunque no ha confirmado qué porcentaje de respuesta han tenido por el momento.