Niños y patinetes eléctricos: una relación poco aconsejable
Los patinetes eléctricos tienen un gran éxito no solo entre el público adulto sino también infantil. Y ahora que llegan los Reyes quizás se convierta, con toda probabilidad, en uno de los objetos más regalados.
En España circulan más de 20.000 vehículos de movilidad personal (VMP), entre los que se incluyen los patinetes eléctricos, según el estudio sobre Nuevos Sistemas de Movilidad Personal y sus problemas asociados a la Seguridad Vial, realizado por la Asociación Española de la Carretera (AEC) y la Fundación Mapfre en enero de 2019.
Ocho de cada diez usuarios reconoce usarlos por el ahorro de tiempo y dinero y los usan porque son eficientes y sostenibles. Pero un patinete eléctrico no debe considerarse como un juguete, aunque muchas veces se usa como tal. Siete de cada diez personas que los usan señalan alguna desventaja, como la incertidumbre legal, y el 17% subrayan la inseguridad que les produce.
En poco tiempo los patinetes eléctricos han dejado de ser un juguete para convertirse en un medio de locomoción que triunfa entre adultos y ha cambiado la movilidad sobre todo en las grandes ciudades.
Los patinetes eléctricos pueden alcanzar velocidades realmente altas (pueden llegar a los 25 km/hora), por lo que requieren cierta habilidad para conducirlos. Además, suelen tener unas ruedas pequeñas, de unos diez centímetros.
El sistema de frenado no siempre es efectivo al 100% porque el freno no es capaz de agarrar suficiente área de superficie en una rueda pequeña. Esto significa que es muy probable que se pierda el control, sobre todo cuando se conduce sobre superficies rugosas como adoquines o con grietas en el pavimento e incluso en pavimento mojado.
Según un estudio de la Universidad de Rutgers, el número de incidentes relacionados con estos "micro-vehículos" aumentó de 2.325 en 2008 a 6.957 en 2018. De todos ellos, un 66% de los tratados no usaban casco.
Los patinetes eléctricos están de moda: son divertidos, rápidos y se encuentran en casi todas partes. Pero antes de que un niño ponga un pie en uno de ellos, es importante que conozca bien su funcionamiento y algunas reglas de seguridad. Al confundirlo con un juguete, es importante que los niños entiendan la diferencia, para que tengan claro lo que está permitido y lo que no y cómo pueden circular con ellos.
Según un estudio liderado por el Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Sant Joan de Déu entre febrero de 2019 y febrero de 2020, uno de cada cinco menores heridos en accidentes de patinete eléctrico tenía menos de nueve años, iban con un adulto sobre el patinete o fueron atropellados.
Lo explica en este vídeo Laura Corominas, traumatóloga y una de las responsables del estudio, junto a César García Fontecha y Alejandro Peiró, los tres de Sant Joan de Déu, y Alexandre Coelho, del Hospital del Mar.
El resto fueron adolescentes que conducían su propio patinete y sufrieron un accidente al caer o al chocar con otro vehículo. Según los expertos, la mayoría de los niños accidentados no llevaba casco ni ninguna medida de protección cuando sufrieron el accidente.
En el estudio, el primero observacional prospectivo multicéntrico europeo, en un 58% de los casos los niños o jóvenes atendidos por lesiones traumáticas (35 de los 60) tuvieron que ser ingresados en el Hospital a consecuencia de las heridas y casi la mitad (17) necesitaron cirugía.
Los autores del estudio hacen un llamamiento para que los padres extremen las medidas de prevención con los patinetes eléctricos. Para ello, instan a:
De acuerdo con la Dirección General de Tráfico (DGT), los patinetes eléctricos son vehículos de movilidad personal (VMP) y sus usuarios tienen que someterse a las mismas condiciones que cualquier otro conductor (pruebas de alcohol, restricciones de circulación por las aceras y zonas peatonales, prohibición de usar el teléfono móvil o auriculares y obligación de llevar el alumbrado pertinente).
La mayoría de ciudades españolas prohíben el uso de patinetes eléctricos a menores de 14 años, lo que debería reducir la incidencia de accidentes. La DGT tiene previsto reducir, a partir de 2021, la velocidad máxima en ciudad a 25 km/h.
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