Imprentas luchan contra tecnolog?a para seguir vendiendo almanaques
La tecnolog?a hoy en d?a permite tener acceso al calendario en cualquier momento, incluso consultar una fecha de cualquier a?o, los propietarios de imprentas que se dedican a la comercializaci?n de estos productos no se dan por vencidos y buscan mantenerse.
Ernesto Mart?nez Tob?as, encargado de Imprenta M?xico localizado sobre la calle Obreg?n en la zona centro de Tampico, explic? que en a?os anteriores lograban comercializar hasta 5 mil almanaques en un diciembre sin ning?n problema.
Empresas, miscel?neas de colonias, carnicer?as, tortiller?as, entre otros negocios realizaban numerosos pedidos para poder entregarlos a fin de a?o o principios a sus clientes. Lamentablemente dijo la inseguridad al evitar detalles del negocio, econom?a adversa y el f?cil acceso a una fecha a trav?s de cualquier dispositivo m?vil genera que las ventas se hayan desplomado hasta casi en un 90%.
"Te daban unas galletas y un calendario, todos te daban, el carnicero y las tienditas. Hasta era un pleito entre los clientes y ahora ya no".
Hay varios tipos
Detall? que existen diversos tipos de calendarios: el de bolsillo que era uno de los m?s demandantes en a?os anteriores; el de pared o de varilla de diversos tama?os; exfoliador que cuenta con el n?mero grande, poemas, recetas, santoral, fases lunares entre otra informaci?n de cultura general; de escritorio y el popular donde se pueden realizar anotaciones.
Los precios var?an, actualmente se venden desde 25 pesos de los peque?os y hasta 1,200 pesos el grande para pared.
"Haciendo un calendario popular por ejemplo tenemos un calendario que le sirve a la gente para apuntar necesidades, que el pago de luz, de tel?fono, las medicinas de las personas adultas, de los j?venes para sus tareas, entonces as? hemos ido subsistiendo".
As? se fabrican
Agreg? que para hacer un calendario anteriormente era m?s dif?cil ya que utilizaban m?quinas donde no hab?a lugar a errores; se le denominaba sistema caliente donde se empleaban linotipos, moldes de letras y pr?cticamente era todo manual. Actualmente se utiliza un sistema moderno que permite un trabajo m?s r?pido.
"Tenemos ahorita en la actualidad el sistema offset que se trabaja por medio de dise?o, as? como un peri?dico por medio de dise?o, de negativos de placas y ya. Se imprime en el sistema offset. Anteriormente eran las letritas, eran movibles, a nivel mundial eran unas cajas que ten?an cuadritos y ah? estaban las letras y nosotros ya nos las sab?amos a ojos cerrados, paramos la l?nea el nombre de la persona e inmediatamente la metimos a la m?quina todo era manual".
Don Ernesto Mart?nez Tobias tiene 77 a?os y dijo que los ?ltimos 55 se ha dedicado a dicha actividad, ?l ha visto c?mo la tecnolog?a ha ganado lugar paulatinamente sin embargo esto no lo desanima.
"Ah? sal?a para el aguinaldo, para las vacaciones y todav?a una utilidad, ahorita s? subsistimos pero muy apenas. Sobre todo qui?nes hacemos un calendario popular logramos subsistir, hay otros compa?eros que no lo hacen y batallan bastante".
Cierre de imprentas
Platic? que lamentablemente ha visto que muchos de la vieja escuela de este sector ya cerr? sus negocios ante la falta de ventas o porque lamentablemente han perdido la vida y el negocio ya no lo continuaron las nuevas generaciones al no ser redituable.
Dijo tener conocimiento que de m?s de 600 compa?eros que anteriormente se dedicaban a la impresi?n, apenas 100 siguen en el rubro y de estos unos 25 son antiguos.
"Gracias a Dios he tenido ese privilegio desde que se formaba con sistema caliente que era puro plomo derretido, era el sistema caliente porque se derrite el plomo, las m?quinas lo procesaban y de ah? sal?an las l?neas. Si se hac?a el nombre por ejemplo de Ernesto, hab?a que hacerlo en un componedor que hab?a, luego pon?amos las letras, las ajust?bamos y a las m?quinas".
Por ?ltimo hizo el llamado a la poblaci?n para que compren calendarios, de esta manera apoyar al comercio local ante la dif?cil situaci?n por la que atraviesa desde hace dos a?os a causa de la pandemia del coronavirus.
EAS