El Covid-19 provoca un embudo en el calendario ACB
Quedaba apenas media hora para que el personal se tomara las uvas cuando el Barcelona sacaba un comunicado en su página web. Acabado casi el día 31 y con 2022 a punto de comenzar, reconocía nuevos positivos en su plantilla. Extraño momento. El anuncio sentenciaba el clásico, cuyo aplazamiento oficial se produjo a primera hora de la mañana de ayer.
Aunque fue el conjunto blanco el primero en sufrir las consecuencias del virus, la suspensión final del clásico ha llegado como consecuencia de los positivos aparecidos en el equipo catalán. Tras las pruebas realizadas el día 31, el Barcelona anunciaba que Davies y Laprovittola se unían a la lista de contagiados del equipo, que ya tenía a Oriola, Kuric y Calathes de baja por Covid-19 para este partido. Además, Jasikevicius –que según el club se enteró de su positivo en plena cena familiar de Nochevieja– y tres miembros de su equipo técnico también habían dado positivo, provocando una situación muy complicada antes del desplazamiento a Madrid. Quedaba de facto suspendido el clásico, aunque no fue hasta la mañana de ayer cuando la ACB lo hizo oficial. No cumplía el Barcelona con ninguno de los dos condicionantes que le obligarían a jugar. Uno, el de contar con al menos nueve jugadores libres de Covid-19; el otro, el de tener al menos uno de los dos entrenadores principales sanos para poder dirigir el encuentro. Con ese panorama, a la Liga Endesa no le quedó otro remedio que sumar el clásico a su lista de partidos aplazados, que ya suma quince en apenas unas semanas.
Aparece por delante un embudo gigante si la competición quiere regularse antes del 30 de enero, fecha límite para determinar los ocho clasificados para la fase final de la Copa del Rey. Si antes de ese día no se consiguen jugar todos los partidos, se utilizará el porcentaje de victorias como criterio de clasificación, tal y como acordaron los clubes hace unos días, coincidiendo justo con el estallido de los contagios.
Toca ahora armar un sudoku importante, pues no quedan muchos días libres entre semana y la Euroliga también quiere ocupar varios de ellos para recuperar sus encuentros aplazados. De hecho, se espera que la ACB se reúna a principios de semana para establecer las nuevas fechas, mientras no se descarta que pueda haber nuevos aplazamientos.
Ómicron ha golpeado con dureza a los equipos de la Liga Endesa, en los que no hay día que no salga un positivo nuevo. Ya en la pasada jornada se suspendieron cinco partidos, cifra que se ha elevado hasta los ocho en la actual.
El Barcelona, el Baxi Manresa y el Joventut son los clubes más damnificados por estos aplazamientos, con tres encuentros pendientes cada uno. Todos ellos juegan competición europea –Euroliga, Champions League y Eurocup, respectivamente– por lo que no será sencillo que puedan sacar adelante esos partidos pendientes. Para el próximo martes está previsto que se puedan disputar dos de esos aplazados, aunque ahora mismo parece improbable que pueda disputarse ninguno de los dos.
Uno de ellos implica a dos de esos equipos. Un derbi catalán entre Barcelona y Baxi Manresa que, con casi toda seguridad, deberá ser recolocado más adelante, pues parece improbable que el conjunto azulgrana pueda recuperar a los miembros de su equipo técnico y a los jugadores necesarios para llegar al mínimo marcado por la ACB. También el Joventut-Real Madrid, de la jornada 15, estaba previsto para el martes, pero los cinco positivos del club catalán podrían retrasar de nuevo la fecha.