«Es positivo y duro mentalmente». La resiliencia de Ricky Rubio ante sus dos caídas
La lesión de Ricky Rubio (rotura del ligamento cruzado) ha dejado en el dique seco al jugador en su mejor momento desde su llegada a Estados Unidos, a la NBA. En sus inicios en la ACB, ya mostró una gran versión, pero la de ahora es más madura a sus 31 años. Ahora tiene un MVP en un Mundial y ha realizado una de sus mejores temporadas al otro lado del Atlántico.
José Manuel Calderón, excompañero en la Selección, analiza la situación que atraviesa Ricky Rubio actualmente: «Es muy difícil saber cómo va a volver sin tener información de cómo ha ido la operación. Más adelante, podré responder mejor. Ojalá que se recupere lo mejor posible. No sería el primero que volviera a un gran nivel tras una lesión como ésta».
Ricky Rubio ha demostrado en los últimos tiempos ser un jugador con una gran fortaleza mental. Al igual que Rafa Nadal, el base catalán sabía mantener a su mente a raya en los momentos de más dificultad. En 2012, sufrió la misma lesión y seguro que aprendió de ella.
Su gran capacidad mental
«La capacidad mental es clave a nivel profesional. Nos fijamos mucho en la lesión en sí, pero el tema mental es mucho más duro. No te deja hacer tu trabajo, que es lo que te gusta. Afortunadamente, Ricky ya ha superado esa parte porque él es muy positivo y duro mentalmente», asegura José Manuel Calderón.
Minnesota Timberwolves fue el primer equipo al que llegó Ricky en la NBA. Seis años después, se marchó a Utah y Phoenix antes de regresar y luego irse de nuevo rumbo a Cleveland. Un conjunto en el que se le veía muy feliz y con una gran ilusión a la hora de jguar.
«Estaba en un momento increíble, haciéndonos disfrutar a todos con su baloncesto. No sé si a su mejor nivel, pero se le veía cómodo, feliz, sonriendo… Eso es muy importante. Además, estaba en el equipo revelación de la temporada. Se notaba que sus compañeros y el entrenador tenían confianza ciega en él».
Una mudanza con 20 años
La adaptación de Ricky a la NBA fue complicada. Rubio sólo tenía 20 años cuando se mudó a Estados Unidos. Cuando él cruzó el Atlántico, los chicos de su edad aún no habían terminado sus carreras en la universidad. Asimismo, Minnesota ya lo reclutó dos años antes de su marcha, en 2009, pero no se fue por la negativa del presidente del Joventut a rebajarse su cláusula.
«A todos le cuesta adaptarse a la NBA. Todo depende de lo que la gente esperara. Ricky ha ido creciendo en la liga, como todo el mundo. Coges experiencia y te das cuenta de cómo ser mejor jugador en la NBA. No creo que le costara o no. Es el periodo de adaptación normal que todo jugador tiene».
La llegada de Ricky a Estados Unidos se produjo tras una irrupción apenas vista en la ACB. Rubio se convirtió en el jugador más joven en debutar en la competición (14 años, 11 meses y 24 días), además del baloncestista más precoz en colarse en el quinteto ideal de la Liga.
«No sé si fue el jugador que irrumpió con más fuerza en la ACB. Hay muchos jugadores jóvenes que han llegado y han triunfado. Y él es uno más. Lo que nos sorprende es que era muy, muy, joven. Eso es lo que lo hace diferente. Lo logró antes que cualquiera de nuestra generación».
La suerte, sin embargo, se ha cebado con él. Quizá en dos de los momentos más importantes de su carrera han llegado las lesiones. «Never too high, never too low», nunca demasiado alto, nunca demasiado bajo, es el lema de vida para Ricky Rubio, un ejemplo de resiliencia para alguien que ha vivido golpes duros en su vida personal como fue el fallecimiento de su madre en el 2016.
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