El Astillero de La Carraca ampliará sus instalaciones de pintado de buques
La actual Base Naval de La Carraca situada en San Fernando, Cádiz, que se encarga de la construcción y reparación de buques militares, así como del almacenamiento y distribución del armamento y munición, tendrá modificaciones en sus más de cien mil hectáreas por falta de espacio.
Según un documento consultado por Confidencial Digital, el centro demolerá el edificio de carpintería para poder construir una nueva nave de chorreado en la que quepa también una grúa Travellift.
Las naves de chorreado son el lugar en el que se pintan los buques militares. Según un artículo publicado en Exponav Fundación, “es una labor muy compleja e importante, ya que, a las necesidades de decoración e higiene, hay que añadir la protección de la obra viva (área del buque bajo el agua) contra las incrustaciones marinas”. Esta pintura forma una película que protege materiales como el acero, el aluminio o la madera.
Las grúas Travellift son una herramienta que se utiliza para mover y trasladar barcos de cualquier tamaño dentro y fuera del agua. Tienen una gran capacidad de elevación, ya que pueden levantar barcos de entre cien y mil toneladas.
Características de la nueva nave
El edificio, que contará con una superficie de 1.200 metros cuadrados, permitirá que los profesionales puedan pintar lanchas de desembarco LCM-1E de 24 metros de eslora y 6,4 metros.
La grúa Travellift, que estará en el interior de la nave, tendrá unas dimensiones de 11 metros de gálibo, 11 de ancho y 13 metros de largo.
Además, también estudiarán sobre la marcha la posibilidad de adaptar, modificar o demoler las naves anexas si fuera necesario para poder optimizar el espacio.
Cambios también en la base de Cartagena
La futura incorporación de los submarinos S-80 ha obligado a acometer obras en la base naval y el Arsenal de Cartagena, donde se encuentra la base de submarinos de la Armada.
Por este motivo, el pasado mes de octubre, la Armada explicó en la licitación que la Base de Submarinos del Arsenal de Cartagena necesitaba adaptar sus infraestructuras para permitir la operación y el atraque de los submarinos de la serie S-80 durante su ciclo de vida.
Para ello, la Armada, a través de la Jefatura de Apoyo logístico, prepara unos trabajos de demolición y construcción para levantar el Centro de Vigilancia en Tierra de los submarinos S-80.