Al Estado le urge una estrategia inteligente ante las crecientes desapariciones: especialista
Detrás de la creciente cifra de personas desaparecidas hay grandes criminales que no son investigados, dice Michael Chamberlin, Integrante del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia
La cifra de desaparecidos en México escala en cada sexenio, mientras no hay capacidad del Estado para detener este problema, dice Michael Chamberlin, Integrante de la organización civil Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.
Describe que en el 2008 empezó a escalar la cifra en cuanto a desapariciones, cuando el entonces presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico.
“En el sexenio de Peña Nieto la cifra de desaparecidos llegó casi a 60 mil, y en este sexenio estamos por arriba de 94 mil”, expresó el especialista en su participación en el programa dominical La Silla Roja.
Manifestó que en su más reciente visita a México, el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU advirtió que en el tema de desaparecidos en el país hay una situación generalizada e impunidad absoluta, así como que en México no existe el Estado de Derecho.
Solución ante el problema de desapariciones
“El Estado no tiene la capacidad de detener las desapariciones, se acumulan desapariciones a las previas, y no se miran las redes de criminalidad que hay detrás”, dice Michael Chamberlin, autor e integrante de la organización civil Instituto de Derechos Humanos y Democracia.
Advierte que en lo que va de la actual administración se registran 94 mil desapariciones y solo 84 sentencias porque en las investigaciones no se llega a los grandes criminales, e incluso a funcionarios que están involucrados.
“Si no buscamos cómo detener esa criminalidad, las desapariciones van a continuar, y eso implica investigaciones mucho más cuidadosas”, manifiesta, aunque advierte que esos grupos en ocasiones están ligados a la política.
Debe hacerse un proceso de desmantelamiento de estos grupos en donde les duela, en su capacidad de adquisición de armas, por ejemplo, añade.
Asimismo, asegura que el gobierno ha tenido aciertos y desaciertos en su búsqueda de mejorar los niveles de seguridad, porque la entrega de becas no saca a los jóvenes de las mafias, aunque es correcto no combatir con violencia al crimen.
“Urge una comisión internacional contra la impunidad, para desmantelar las redes de corrupción que están detrás de la violencia. Eso implica inteligencia, no balazos”, sentencia.