Jaime Ostos Jr.: «Me hubiera gustado poder ver a mi padre y despedirme de él»

Jaime Ostos Jr., de 57 años, afincado en Carolina del Norte (EE. UU) y casado con Yolanda García Cereceda, hija del desaparecido magnate Luis García Cereceda, lleva una discreta vida volcada en el mundo ecuestre. Para él, es la primera vez que pierde a uno de sus progenitores y ha sido un duro golpe tal y como confiesa a ABC al otro lado del teléfono: «Hace tres días hablé con mi padre porque me mandó unas fotos del viaje en Colombia. Yo hablaba mucho con él y estaba muy pendiente porque estaba muy preocupado por la Covid, el poco peso que tenía, estaba muy delicado. Lo que pasa es que era un hombre con tanta fuerza», explica.


Quizás por eso, nunca se imaginó el fatal desenlace y menos aún que no podría verle ni despedirse «Me enteré de una forma poco agradable. Cuando me levanté tenía mensajes de amigos dándome el pésame y yo me preguntaba el pésame de que. Yo vivo en Estados Unidos con seis horas de diferencia y claro miré y ya vi que habían entrado en un programa de televisión. Yo creo que, en estos casos, primero se avisa a la familia y luego ya se hace todo lo demás. Obviamente, luego llamé a mi hermano Jacobo y ya me confirmó todo», confiesa dolido.


Todos unidos y en armonía
En su última conversación habían quedado en verse dentro de unas semanas en Madrid con la promesa de cuidarle durante una semana. Lleva años sin poder viajar a España por las restricciones de la pandemia, aunque gracias a las vídeo llamadas han podido estar en contacto directo con toda la familia: «Estábamos todos unidos, mi padre era maravilloso, toda la familia nos arreglamos, era una persona cariñosísima con nosotros, se volcaba, siempre ayudando, pero lo que más lamento es no haberlo podido ver. Me hubiera gustado poder despedirme de él», dice emocionado.


Antes de despedirse confirma su presencia en Madrid hasta donde viajará para asistir al funeral de su padre, para el que aún no hay fijado un día concreto. Está previsto que llegue a la capital este miércoles procedente de Bogotá. Para el recuerdo le quedarán las vivencias maravillosas que su padre le confió a lo largo de estos años «me quedo muy tranquilo porque ha vivido una vida que muchísima gente hubiese querido». En la misma línea, su hermano, le tercer hijo del torero, Jacobo Ostos, muy apenado porque tenía pensado haberles acompañado en el viaje confesaba que su padre «ha muerto como él quería, con sus amigos, bailando y disfrutando de la vida, de su mujer y de su gente».



La relación entre Jaime Ostos y su hija Gabriela, nacida de su primer matrimonio con Consuelo Alcalá, sufrió muchos altibajos, incluso pasaron muchos años sin hablarse. Pero en la última etapa se habían reconciliado. Este domingo, Gabriela acudía a rezar a la basílica de la Macarena, en Sevilla, donde se casaron sus padres en 1960: «Yo me enteré por una prima mía, luego me llamó Jacobo y también María Ángeles. A él no le gustaría que yo estuviera triste. Era un ser maravilloso que vivía para ayudar a los demás», aseguraba al ser sorprendida por unos reporteros.