La Palma vuelve a la vida turística con un estreno en el techo de la isla
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Telescopios en el Roque de los Muchachos
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© Abián San Gil - Turismo La Palma
Imagen nocturna de El Roque de los Muchachos
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© Saúl Santos - Turismo La Palma
Así, para fomentar el que es uno de sus principales atractivos, La Palma ha inaugurado su nuevo centro de visitantes en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, un espacio de referencia desde el punto de vista científico y turístico, para el que se ha realizado una inversión de alrededor de 6 millones de euros, que permitirá a los viajeros acercarse al mundo de la astronomía de una forma amena y atractiva.
Situado a 2.400 metros de altitud, en un enclave privilegiado y muy cerca de algunos de los telescopios de astrofísica más importantes a nivel internacional, esta nueva estructura –que ha sido recubierta con basalto para integrarse de forma orgánica en el entorno volcánico en el que se encuentra– brinda las mejores condiciones para observar el cielo.
Centro de visitantes del observatorio Roque de los Muchachos
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© Van Marty - Turismo La Palma
En su interior, el edificio alberga tres salas de exposiciones. ‘Canarias’, donde se explican las singulares condiciones que ofrece el archipiélago para la observación astronómica, y más concretamente, La Palma y el Roque de los Muchachos; ‘Explorando el universo’, en la que se explica el estado actual del conocimiento sobre el Universo que posee la humanidad, y ‘De vuelta a la Tierra’ en la que se muestra el marco natural en el que se encuentra el Observatorio.
Durante los primeros meses se podrá visitar de forma gratuita. El recorrido se hace en grupos cumpliendo los protocolos covid, que estarán acompañados en todo momento por un guía. El horario de invierno será de lunes a domingos de 10.00 a 16.00, mientras que en verano se ampliará hasta las 16.30.
Ascender hasta el Roque de los Muchachos es toda una aventura en sí misma. La subida por carretera cuenta con más de 300 curvas y permite comprobar los diferentes tipos de vegetación con los que cuenta la isla, como la laurisilva en la parte más baja, pinos canarios, tagasaste o plantas de sotobosque en el medio y codeso y distintas especies de tajinas en la parte más alta. Desde el mirador, ubicado en la cumbre, se pueden ver, si el día es claro, Tenerife, La Gomera y El Hierro, así como la Caldera de Taburiente.
Imagen del Roque de los Muchachos, La Palma
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© Rocío Jiménez
Esta experiencia de astroturismo brinda, también, diferentes senderos y miradores astronómicos habilitados, como los Llanos del Jable, La Muralla, el Llano de la Venta y la Montaña de las Toscas, entre otros, que se pueden descubrir junto a guías especializados. Además, en los diferentes alojamientos de la isla cuentan con instrumental básico para la obsercación, una actividad que puede ser disfrutada tanto por expertos, como por aficionados.
La Palma, un paraíso de contrastes para explorar
Para reactivar el turismo en este destino y animar a visitantes de todo el país a descubrir sus mágicos rincones este 2022, el Gobierno ha aprobado bonos turísticos de 300 euros. Y es que La Palma, tierra de contrastes, ofrece un sinfín de posibilidades para una escapada.
Entre sus espacios naturales destaca Los Tilos, uno de los bosques de laurisilva más importantes del archipiélago canario declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2002. Situado a cuatro kilómetros de la población de Los Sauces, este rincón verde ofrece diferentes rutas senderistas entre las que destacan dos: una más sencilla y corta de 2,5 kilómetros que recorre el corazón del bosque y otra que asciende unos 1.000 metros hasta los manantiales de Marcos y Cordero. El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, una hendidura de ocho kilómetros de diámetro y hasta uno y medio de profundidad recubierta de densos bosques de pino canario, es otra de sus mayores atracciones turísticas. Existen diferentes senderos para descubrir este entorno único donde el arroyo de Taburiente, las cascadas, los pinares y las altas cumbres ofrecen una diversidad paisajística y biológica única, así como privilegiados miradores, como el de La Cumbrecita.
Cascada en el Bosque de los Tilos
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© Rocío Jiménez
Caldera de Taburiente vista desde Roque de los Muchachos
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© Rocío Jiménez
Sin llegar a ser propiamente un destino de sol y playa, esta isla cuenta con muchas opciones que destacan tanto por la pureza del agua, como por sus paisajes vírgenes e impresionantes acantilados. La Zamora, que brinda uno de los mejores atardeceres, Bajamar, la playa de Nogales y las piscinas naturales de La Fajana, situada en Barlovento, y el Charco Azul, en San Andrés y Sauces, que protegido del oleaje brinda uno de los mejores baños de la isla, son algunas de sus imprescindibles. Además, las fajanas del volcán De Cumbre Vieja han cambiado la costa de la isla canaria creando pequeñas playas volcánicas que podrán ser disfrutadas tanto por locales como turistas.
Casas del paseo marítimo de Santa Cruz de La Palma
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© Rocío Jiménez
Otra de las visitas fundamentales es la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma, una bonita ciudad de tradición marinera declarada en su totalidad Bien de Interés Cultural con la categoría de conjunto histórico-artístico. Pasear por sus calles permite apreciar la arquitectura tradicional canaria con coloridos balcones de madera repletos de flores. No hay que perderse su puerto, de gran importancia en la ruta entre Europa y las colonias en América durante el siglo XVI, el Museo Insular, con una notable colección de arte y pintura, los teatros Chico y Circo de Marte y el santuario de la Virgen de las Nieves. Además, se puede aprovechar el viaje para visitar alguna de las fábricas de puros, que destacan por su interés cultura e histórico, y en las que se pueden ver exposiciones temáticas y conocer de primera mano como trabajan en sus talleres.
Imagen de trabajo en una fábrica de puros de La Palma
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© Rocío Jiménez
Toda esta ruta está acompañada, en todo momento, por la gastronomía palmera, donde coexisten una cocina sencilla y tradicional con una más elaborada y vanguardista con platos típicos como el escaldón de pescado, el potaje de trigo, la carne de cabra en salsa o las rapaduras y el queso de almendra.