P?simo servicio
Los servicios p?blicos municipales son aquellos que de manera inmediata pueden mostrar la eficiencia en la atenci?n de las necesidades b?sicas de los ciudadanos. La gesti?n de los servicios p?blicos entonces se torna de vital importancia.
Un servicio p?blico debe, entre otras cosas, ser uniforme, continuo, eficiente y permanente de modo que asegure la satisfacci?n total de una necesidad colectiva, sin embargo, ninguna administraci?n p?blica en el pa?s ha sido capaz, al menos desde la percepci?n ciudadana de lograr la entera satisfacci?n de sus gobernados.
Es de suponer que los servidores p?blicos deber?an estar m?s capacitados para reconocer, interpretar y satisfacer de manera precisa las necesidades y demandas ciudadanas de bienes y servicios, sin embargo, esto en la realidad no es as? y para muestra basta un bot?n.
Seg?n la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental no hay servicio p?blico que supere la satisfacci?n del 60 % de los ciudadanos y el promedio de calificaci?n del uno al diez que en general los ciudadanos otorgan a estos servicios es de 6, apenas pasan de panzazo.
La peor noticia es que el servicio p?blico que da una menor satisfacci?n a los ciudadanos es ni m?s ni menos que el de la seguridad p?blica que recae en el caso de los ayuntamientos en la Polic?a Municipal. Solo dos de cada 10 mexicanos considera que el servicio que presta la polic?a es satisfactorio, 30 por ciento considera que contribuye a generar sensaci?n de seguridad y 4 de cada 10 ven a la polic?a con la intenci?n de ayudar.
Una pesadilla constante son las calles y avenidas, el segundo servicio p?blico evaluado en donde la satisfacci?n entre los habitantes de los municipios tambi?n se encuentra apenas en dos de cada 10 ciudadanos.
El servicio de agua potable de acuerdo a la encuesta alcanza un nivel de satisfacci?n promedio en M?xico del 56 por ciento de los ciudadanos, en tanto en lo que se refiere al servicio de drenaje y alcantarillado es de 46 por ciento. El alumbrado p?blico alcanza apenas una aprobaci?n del 38 por ciento de los ciudadanos, mientras lo que se refiere a jardines p?blicos y parques apenas llega al 36 por ciento.
Es de suponer que debido a la proximidad las autoridades municipales deber?an discernir con mayor efectividad las necesidades de sus gobernados, siquiera por conveniencia, y los ciudadanos negar el voto a los gobiernos ineficientes.
Miguel ?ngel Pu?rtolas
miguel.puertolas@milenio.com