Cuatro trípodes para móvil que hacen fácil el teletrabajo y la fotografía
El móvil es una herramienta de uso diario que, tras el confinamiento del pasado marzo de 2020, se puede haber convertido también en una de las herramientas más solventes para trabajar. Puede sernos útil para una videollamada, alguna intervención o incluso si necesitamos fotografiar/grabar algo.
En una industria donde cada vez la cámara es más importante, y los fabricantes tratan de que su terminal sobresalga en ese apartado, puede que tener mal pulso o vivir solos haga más complicadas algunas tareas laborales o de ocio. Por eso, el trípode es un accesorio que, aunque sencillo, puede resultar muy útil.
Se puede utilizar desde un punto fijo en la misma habitación, de manera que solo haga falta colocar el móvil cada vez que tengamos una videollamada. O se puede ir moviendo según las necesidades, ayudando a dar unos mejores resultados.
No son muchas las cuestiones a tener en cuenta antes de comprar un trípode para el móvil, pero hay algunos puntos que se pueden repasar:
Por entre 25 y 20 euros, el trípode de PemoTech es uno de los más completos y recientemente ha sido actualizado. Cuenta con un soporte universal, por lo que es compatible con la mayor parte de dispositivos y, además, también viene con adaptadores para cámaras y GoPro.
Las patas se pueden extender desde los 48 hasta los 127 centímetros (50 pulgadas), 10 centímetros más si le sumamos el adaptador para móviles. También tiene un control remoto que, al conectarse por Bluetooth, es válido tanto para iOS como Android.
Puede que solo estemos buscando un trípode pequeño, que prácticamente se pueda llevar en el bolsillo. En este caso el mini trípode de Alfort puede ser la mejor opción. Por entre 5 y 10 euros, es un trípode flexible que prácticamente no pesa y aguanta hasta 1 kilogramo de peso.
Mide cerca de 28 centímetros (más 14 centímetros por el soporte para móvil) y aunque no tenga patas extensibles, es muy útil para adaptarlo a cualquier situación.
Este trípode, además, cuenta con una base que rota en un eje fijo, lo que permite enderezarlo cuando esté colocado en una superficie en pendiente, por ejemplo. Al igual que el anterior, tiene su propio mando Bluetooth con un rango de 10 metros.
Aunque los palos selfie parezcan haber pasado de moda, los trípodes monopie son una gran opción que aúnan estabilidad, movilidad y, además, ocupan poco espacio. Por entre 20 y 24 euros, el trípode de BlitzWolf es la alternativa para quienes quieren optimizar el espacio.
Este trípode puede colocarse, muy fácilmente, en un escritorio o un mueble sin ocupar casi espacio. El soporte para móviles se extiende desde los 5,5 hasta los 9 centímetros, por lo que serán pocos los modelos que se queden fuera (sobre todo si solo queremos utilizarlo en horizontal).
En este caso también, disponemos de un mando a distancia por Bluetooth tanto con iOS como con Android. Aunque el propio fabricante avisa de que el actual modelo no es compatible con iOS 13.4.
Por último, por entre los 12 y los 15 euros, una alternativa para quienes solo buscan un trípode y poco más. El trípode Vicloon es una opción sencilla y muy barata, entre los 12 y los 15 euros, con una altura de entre los 34 y los 106 centímetros.
Es un trípode que se nota resistente, al tener acabados en aluminio, y que es compatible tanto con móviles (gracias a un adaptador) como con cámaras deportivas. Aunque hay que tener en cuenta que aguanta hasta 1,5 kilogramos.
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