Ansiedad, depresión o ideas suicidas: Las consecuencias del volcán de La Palma en la salud mental
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Aunque la erupción finalizó hace semanas, su impacto y efectos siguen sobre el terreno y en los sentimientos y emociones de los afectados, que se han visto sometidos a un trauma duro, duradero e el tiempo y repentino. Pérdidas económicas, ansiedad, desesperanza, tristeza, estrés, problemas para concentrarse o conciliar el sueño, dificultad para continuar con su vida, depresión o ideas suicidas... Estudios previos han mostrado que las catástrofes naturales, como es el caso de la erupción del volcán en Cumbre Vieja, pueden generar consecuencias a nivel psicológico, como respuestas de miedo, soledad, tristeza, desesperanza, ira, ansiedad, tanto sobre los personas directamente afectadas como sobre la población general.
Este cuestionario del Servicio Canario de Salud junto al Cabildo de La Palma y diferentes entidades de psiquiatría y salud mental de España es voluntario y anónimo, pero busca indagar en cómo afectó la llegada de la lava también en las personas.
El estudio plantea sensaciones habituales en quienes sufren un trauma de este tipo, como puede ser sentir miedo sin razón, entrar en pánico, enfadarse con facilidad, perder la iniciativa para hacer cosas, dificultades para descargar la tensión, o para conciliar el sueño o concentrarse. También un suceso traumático de este tipo puede alterar la esperanza y la positividad de las personas que lo sufren. El volcán es más que pérdidas económicas.
«¿
Ha tenido
pensamientos relacionados con la muerte?«, »En el último mes, ¿ha llegado al punto en el que considerara realmente quitarse la vida o hiciese planes sobre cómo lo haría?«,
«¿ha sentido como si no hubiese sucedido o no fuese real?«...
Consultas profesionales
Organizaciones no gubernamentales como Cruz Roja o el Colegio de Psicólogos llevan prestando ayuda desde el mismo momento que comenzó la erupción haciendo el refuerzo de los trabajadores públicos dedicados a la salud mental en la isla.
Las consultas profesionales en este periodo se ha multiplicado, y se presentan cuadros de ansiedad y síntomas depresivos, además de un aumento en tratamientos con ansiolíticos y antidepresivos de pacientes nuevos y aquellos que ya los tenían pautados y podrían recaer. Con el 'apagón' del volcán ha llegado un segundo duelo, y con él quienes se han tenido que enfrentar a la realidad de lo perdido o se han visto desbordados por el trabajo por hacer para recuperar cierta normalidad.