No solo enfermedad, el COVID también propagó fusiones y adquisiciones
El año pasado el coronavirus impulsó una cascada de fusiones y adquisiciones en México, que concluyó con 343 operaciones, un alza de 61.8 por ciento con respecto a las 212 transacciones del 2020 y 4.3 por ciento más de compra y ventas que la celebradas durante el 2019, previo a la emergencia sanitaria, operaciones alentadas por empresas que buscaron simplificar sus estructuras o ampliar sus capacidades.
Para el 2021 el monto revelado de fusiones y adquisiciones ascendió a 15 mil 836 millones de dólares, un alza del 16.9 por ciento respecto al año pasado con el azote de la pandemia, aunque todavía en valor el número total se ubica 23.9 por ciento por debajo del 2019.
“El número de transacciones superó ya al 2019, ya se reactivó el dinamismo en las fusiones y adquisiciones en México, impulsadas en su mayoría por fondos de capital privado y fondos de riesgo, que tienen un exceso de liquidez en los mercados guardado desde el 2020″, explicó Daniel Guiot, socio fundador de la consultora especializada en fusiones y adquisiciones, RIóN.
De las 343 transacciones de fusiones y adquisiciones que se tuvo en el año, 74 corresponden al sector de servicios financieros, seguido por la industria manufacturera con 73, y tecnología y telecomunicaciones con 64 por ciento.
De esta forma resalta que la participación de servicios financieros se incrementó, previo a la pandemia eran apenas el 10 por ciento de las transacciones, este año fueron el 22 por ciento.
“Todo esto ha sido impulsado por la digitalización de los métodos de pago para dejar de usar el efectivo. Habrá una consolidación de Sofipos que tienen la licencia que les permite captar dinero y que sin duda alguna están siendo adquiridas por las Fintech para tener esta licencia y ofrecer todos los servicios bancarios a la población, y lo mismo pasará con uno o dos bancos más que seguramente serán adquiridos en los próximos meses”, adelantó Guiot.
La última operación del sector fue a inicios de diciembre por la fintech mexicana Kueski, que anunció una ronda de inversión serie C y una deuda adicional por 202 millones de dólares.
“Las empresas dedicadas a la creación de soluciones tecnológicas se han vuelto el foco de atención de instituciones financieras que buscan aumentar sus capacidades digitales, en aras de alcanzar sus metas de desarrollo”, consideró en un análisis Alfredo Cobix, socio líder de fusiones y adquisiciones de KPMG en México.
Fondos de inversión, alimentan a los ‘unicornios’ en México
Uno de los principales impulsores del flujo de operaciones han sido las empresas de capital privado que en México participaron en el 40 por ciento de las transacciones del año pasado, con lo que apoyaron al nacimiento de nuevas empresas unicornios y a casi dos años del inicio de la pandemia, los negociadores esperan que el ritmo siga siendo fuerte el próximo año.
“Los Venture Capital han venido agarrando auge en estos años, hace cuatro años no era ni el 10 por ciento de las transacciones que se hacían en México, había muy pocos fondos y seguirá la tendencia, eso ayuda mucho a la innovación y desarrollo en México porque hay capital dispuesto a invertir en etapas tempranas y seguramente veremos a lo mejor otros dos a tres unicornios nuevos el año que viene”, auguró el socio fundador de RIóN.
Las empresas unicornio son aquellas que logran una valuación de mil millones de dólares. Se caracterizan por proveer algún servicio relacionado con la tecnología, por lo que en su mayoría son startups. Actualmente México acumula seis unicornios, el primero fue Konfío, seguido por Kavak, Bitso, Clip, Clara e Incode.
SAT con la mira en las operaciones
En los últimos tres años el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha cobrado más de 21 mil 340 millones de pesos por deudas, créditos fiscales o diferencias de interpretación fiscal a empresas como Walmart, Femsa, Grupo Modelo, Grupo México, Peñoles, Genomma Lab, y recientemente Grupo La Comer, por mencionar algunas.
Juan Pacheco socio director de la consultora fiscal De la Paz, Costemalle reconoció que es posible que varias empresas hayan abusado del esquema de fusiones y adquisiciones para diferir impuestos.
“El abuso es lo que ha dado pie a la autoridad para ser mucho más exigente y lograr una persecución o para traer a revisión esos casos y lograr un cobro de impuesto que, según la autoridad, se le debe”, expuso.