Un entrenador acepta dos años de cárcel por abusar de una de sus jugadoras
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Sí eran habituales las cenas, con padres, de este equipo de fútbol vigués, así como los chats en grupo con el resto de jugadoras, pero con la víctima de abusos sexuales el entrenador mantenía conversaciones de manera individual. Al principio, precisamente porque el hombre mantenía conversaciones con otras jugadoras a través de Whatsapp, pasaban desapercibidos los mensajes, y la niña no comentó nada acerca de las confianzas del entrenador con ella hasta junio de 2021, cuando le dijo que tenía que decirle una cosa «que no era muy apropiada». L. V. V. M., el entrenador, le dijo a la niña que probablemente le echarían del equipo, y le preguntó a la menor si le seguiría en caso de irse a otro club.
Esa misma tarde, el entrenador la recogió en coche para llevarla al entrenamiento, momento en el que la cogió repetidas veces del dedo meñique y ella, incómoda, apartaba la mano. Pero el verdadero detonante se produjo en el viaje de vuelta: el abusador le puso la mano en el muslo a la niña, y poco a poco fue subiéndola hasta metérsela por dentro del pantalón, «apartándole la ropa interior para introducirle los dedos en la vagina», señala el escrito.
Antes de apartarle la mano, la niña pudo hacerle una foto sin que se diera cuenta, y después se lo contó a sus padres. Él le había dicho que no dijera nada, porque podría ir a la cárcel y tener problemas para seguir entrenando, no sin añadir otra proposición para tocarla. En efecto, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha dictado sentencia este miércoles en la que condena a L.V.V.M. a una pena de 2 años de prisión por un delito de abusos sexuales.