La alerta de la OMS sobre Ómicron tensiona al límite los protocolos anti-Covid para este mes de enero
Después de dos años de pandemia, la variante Ómicron del coronavirus ha vuelto a poner a prueba la resistencia de los países, dispuestos a abordar el debate de cuándo cambiar la estrategia para no penalizar más a la economía. En España la propuesta la hizo Pedro Sánchez, que planteó esta semana si es el momento de tratar al Covid-19 de una manera diferente, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta para Europa que en las próximas semanas hasta la mitad de su población –incluso más– se contagiará.
La estrategia del Ministerio de Sanidad, modificada en diciembre, abunda en este sentido, aunque la OMS lo desaconsejó: consiste en la reducción de diez a siete días del aislamiento de los contagiados y la eliminación de la cuarentena para contactos estrechos vacunados. Esta iniciativa, juzga la OMS, prioriza a la economía sobre la salud. Con la rapidez de expansión de Ómicron, la petición de los organismos internacionales que vigilan la salud se refugia en la llamada al fomento del teletrabajo.
En el otro lado de la balanza, con la Atención Primaria saturada y un embudo en la tramitación de las bajas laborales, los empresarios piden aligerar la burocracia para que su plantilla infectada reciba las altas automáticamente; cuestión en la que se están afanando las autonomías por su cuenta.
Desde la mutua colaboradora con la Seguridad Social Egarsat, Raquel Sellarès, jefa de Gestión Preventiva, afirma a ABC que la pandemia ha llevado a las empresas hacia la «humanización». Muchas de las que requerían presencialidad incluso juntaron jornadas de sus empleados, otras establecieron protocolos para poder conciliar, y otras han implantado medidas que pasan por fomentar las reuniones virtuales en cualquier circunstancia. «Las recomendaciones básicas son fomentar el trabajo a distancia para evitar contagios, transporte individual y ventilación», dice. Desde esta mutua han elaborado una guía para elaborar un protocolo que ayude a las empresas a adaptarse a la época actual.
Funcionarios y esenciales
Los sindicatos de Función Pública demandan un protocolo para garantizar un relevo a sanitarios, profesores y personal de atención al público que garantice la prestación de los servicios. En este sentido, desde el sindicato CSIF critican que no existan planes de actuación en ámbitos escolares ni sanitarios, imprescindibles en estos momentos.
Otro ejemplo. Cerca de 800 trabajadores municipales en Madrid, la mayoría policías y bomberos, se encuentran de baja. Es solo una muestra del golpe que se han llevado sectores esenciales. En estos, el plan estatal Plegem (Plan General de Emergencias del Estado) asegura que, ante cualquier máxima incidencia o desastre, todo esté planificado. El caos no puede llegar en ningún caso a este ámbito pese a las bajas que se acumulan, por ejemplo, los más de 3.000 guardias civiles contagiados. Preguntados los dispositivos de emergencias y Protección Civil, la Dirección General responde a ABC que el Plegem contempla las medidas de emergencias multiriesgo para hacer frente a cualquier contingencia no planificada.
Educación
Fuentes del Ministerio de Educación señalan a este diario, por su parte, que no se ha ideado ningún plan de contingencia a nivel nacional, ya que dependen de cada comunidad. Consultadas estas, la Consejería de Educación vasca respondió que tanto ahora como desde el principio de la pandemia, «el criterio lo marca la Consejería de Salud». Aragón anunció la semana pasada medidas específicas del área educativa complementarias para reforzar las existentes como la sustitución diaria de bajas para que las afecciones sean las menores en la docencia, la posibilidad para las embarazadas de acogerse a teletrabajo o refuerzo de monitores de comedor y reuniones telemáticas.
Alimentación
El sector del gran consumo fue de los primeros en alertar del gran número de bajas por Covid, cuantificando más de 20.000 personas afectadas solo en el comercio alimentario. Pese a ello, desde la patronal de grandes superficies Anged, que representa a empresas como El Corte Inglés, Carrefour y Alcampo, explican a este periódico que no les consta un cambio en los planes de las empresas: «Llevamos en una contingencia constante durante dos años». Empresas como Mercadona inciden a ABC en que importante es que las bajas y altas sean automáticas, agilizar ese trámite «ayuda mucho» y es un cambio de 180 grados, abundan.
Para suplir posibles fallas en la cadena de distribución, Mercamadrid y Mercabarna han actualizado los protocolos a medida que se avanzaba en la pandemia. En Barcelona, Mercabarna agrega que entre sus planes vigentes destaca un servicio diario de pruebas de antígenos. Además, se insta a que las empresas trabajen con dos equipos duplicados y fomenten el teletrabajo.
Telecomunicaciones
En Telefónica, el plan de contingencia ha previsto alargar el periodo de teletrabajo hasta el 31 de enero, postergado desde el 9 de enero y a la vista del azote de Ómicron. En Cellnex, los planes ante posibles incidencias están a la orden del día; de hecho, remarcan desde la empresa que las medidas anti-Covid se han implementado siempre pues gestionan infraestructuras vitales.
Transportes
Las medidas de flexibilidad ante posibles incidencias activadas en aerolíneas como Iberia están claras: sacar a personas del ERTE, lo que ha logrado copar los servicios aeroportuarios de 19 aeródromos con mil empleados eventuales. La bolsa de empleados eventuales a la que recurre la compañía para sortear «picos» de trabajo, como el verano o la Navidad, ha servido también como previsión ante un posible mayor impacto de la pandemia. Una «decisión afortunada», dicen fuentes de Iberia a ABC, fue la de mantener las habilitaciones de las tripulaciones siempre «vivas» ante cualquier imprevisto, cosa de la que se han beneficiado ahora.
Desde Renfe, confirman que en las últimas semanas ha habido un aumento de bajas, que obliga a monitorizar en tiempo real la incidencia que pueda tener el Covid sobre la plantilla para llevar a cabo la reorganización necesaria.
Sector energético
En el sector de las energéticas también se aplican duros protocolos. Desde la mayor eléctrica, Iberdrola, recuerdan que tras el estallido de la pandemia se ha contado siempre con protocolos extraordinarios. En sus inmuebles se prohíbe por ejemplo la movilidad entre plantas y las visitas externas. En Enagás, el gestor del sistema gasista del país, destacan que se instauró el «teletrabajo voluntario para puestos donde es factible hacerlo», amén de testeo y cribado permanente.
Banca
Los bancos responden a ABC mayoritariamente con el teletrabajo como medida de bandera. En el Banco Santander se cuenta con un plan de continuidad del negocio como sector crítico que es, de manera que está reglado y se asegura la continuidad del negocio ante determinadas emergencias, entre ellas una crisis sanitaria. En el caso particular del coronavirus el plan de contingencia pasa, efectivamente, por enviar a teletrabajar a todos los servicios no esenciales y asegurar la presencia física en los esenciales (por ejemplo oficinas) mediante rotación de puestos de trabajo, medidas de seguridas específicas, etc. En otros puestos críticos también se establecen unidades aisladas unas de otras para garantizar la continuidad del negocio siempre, aclaran fuentes del banco, pero esta respuesta no es solo eventual por Ómicron, sino que lleva aplicándose durante toda la emergencia.
Fuentes de CaixaBank insisten en que el sector de la banca fue considerado desde el inicio de la pandemia un sector esencial, así que los equipos de personas se organizan de forma que la prioridad es mantener la atención al cliente. La red de oficinas se ha mantenido abierta con un 85-90% de las oficinas disponibles durante los meses del confinamiento más estricto en 2020 .En cada territorio, se establecen planes de contingencia para asegurar tanto la salud de la plantilla como la atención a los clientes, los cuales se ajustan en función de la evolución de la pandemia. En los servicios corporativos, donde se da una mayor concentración de personas, se está aplicando el teletrabajo para todos los empleados, excepto aquellos cuyas funciones solo puedan desarrollarse de forma presencial. En las direcciones territoriales, se aplica el teletrabajo como prioridad, siempre en función de las necesidades de los equipos, y con restricciones máximas de aforo en el acceso a los centros. Tras las vacaciones de Navidad, se ha realizado un cribaje masivo a toda la plantilla (más de 40.000 empleados) con test de antígenos.
En BBVA lanzan un mensaje de tranquilidad, puesto que la incidencia del coronavirus está escalando, pero la gestión del modelo de trabajo y el alto porcentaje de vacunados provoca que los casos positivos sean asíntomáticos o leves en su gran gran mayoría, y los empleados siguen trabajando desde casa sin problema. Por su parte, en el Banco Sabadell la consigna es la del teletrabajo mientras se pueda prolongado desde mediados de diciembre, y en centros corporativos, hasta el 31 de enero.
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*Esta información ha sido elaborada con información de Daniel Caballero, Érika Montañés, Jorge Aguilar, Josefina G. Stegmann, Javier González Navarro, Anna Cabeza y Alberto Caparrós.