El Atlas del Cáncer de Portugal y España retrata los factores de riesgo comunes en los dos países
La península ibérica tiene «factores de riesgo comunes» en lo que respecta a las metástasis, de acuerdo con las conclusiones del Atlas de la Mortalidad por Cáncer en Portugal y España, recién presentado en Lisboa fruto de la colaboración entre el Instituto Nacional de Salud Ricardo Jorge y el Instituto de Salud Carlos III.
Se trata de un estudio que analizó datos acerca de los casos de cáncer de los más diversos tipos: esófago, estómago, colorrectal, páncreas, laringe, mama, próstata, vejiga y pulmón, así como la leucemia.
El resultado de la investigación desemboca en la existencia de «zonas de riesgo para algunos tumores en determinadas regiones de los dos países». Así, determina comportamientos similares en franjas geográficas correlativas, afectadas por la incidencia de ciertas modalidades de cáncer.
Por ejemplo, la mortalidad por cáncer de esófago coincide en sus altas cotas en el norte de Portugal y España, mientras que el de laringe se observa con especial intensidad en Andalucía y el Algarve. La razón estriba en la influencia más o menos parecida del consumo de tabaco y de alcohol, además del acceso a las terapias y, desde un punto de vista más general, el estilo de vida.
El informe ha sido liderado por Carlos Dias, coordinador del Departamento de Epidemiología del Instituto Nacional de Salud Ricardo Jorge, cuya sede central se localiza en Águas de Moura, 60 kilómetros al sur de Lisboa. Y el experto señala: «El Atlas no se enfoca directamente sobre los factores de riesgo, sino que se fija en la mortalidad por cáncer en España y en Portugal a nivel de municipios».
El objetivo no es otro que «calcular y comparar las cifras, de manera que pueda comprobarse si la mortalidad se sitúa por encima o por debajo de los índices habituales».
Los distintos barómetros del cáncer se reflejan en rincones colindantes de los dos países, lo cual demuestra que la idiosincrasia del cáncer no se detiene al cruzar la frontera. Se alimenta así la correlación en el desarrollo de la enfermedad.
En cualquier caso, hay otros tipos de cáncer que muestran patrones de diferente índole debido, igualmente a causas que van en la misma línea. Citamos en este momento los tumores de estómago, que presentan unos niveles superiores en territorio luso.
¿Y cuál es el cáncer con mayor mortalidad a ambos lados de la península ibérica? Pues el de pulmón, que afecta más a los hombres (con una tendencia a la baja en España), pero que sube entre las mujeres portuguesas.
Cáncer colorrectal
El segundo es el colorrectal, que ha pasado a ser el más diagnosticado en los últimos cuatro años a lo largo de ambas naciones.
Las cifras de la dolencia exhiben una tendencia a medio y largo plazo, tal cual evidencia el hecho de que las pautas de comportamiento son las mismas en periodos de cinco a 10 años.
Se da la circunstancia de que Portugal aprobó seis años atrás que el cáncer pasase a ser enfermedad de notificación obligatoria, comenzando por el que afecta a la piel y extendiéndose después a todos los demás tipos.
Los médicos deben informar al Ministerio de Sanidad sobre cada caso, de manera que se pueda crear un centro electrónico de datos y los profesionales tengan acceso a las características de los pacientes. El resultado se denomina SINAVE (Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica).
No realizan esta labor los doctores, también los laboratorios. Objetivo: que los análisis clínicos queden igualmente registrados y la información sea lo más completa posible.
La comparación de los casos será muy beneficiosa, pues permitirá especificar y ajustar mejor los tratamientos. Una iniciativa que llega después de un fuerte incremento del cáncer en el país vecino. Especialmente, del que afecta a la piel debido a la mayor exposición al sol y a los rayos ultravioleta.
Otra consecuencia es que los enfermos más graves tienen prioridad absoluta e integran la llamada ‘línea verde’, pues las nuevas tecnologías completan el panorama de agilizar los tratamientos.
«Es preciso aumentar las acciones porque estamos preocupados por el aumento de los casos. Seguro que volveremos a ver las playas llenas a la hora del almuerzo, justo cuando más exposición al sol se produce», señaló un portavoz del ministerio.