Unos vándalos dañan una cueva de arte rupestre en Ciudad Real

Unos desconocidos han dañado una gruta con arte rupestre situada en Herencia (Ciudad Real), pintarrajeando las paredes con nombres como 'Jesús', 'David' o 'Josué' o burdas escenas de claro contenido sexual o una gran mano con las iniciales A.M. en su interior. La Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología (ArqueoPEPA) ha denunciado los hechos en las redes sociales.


«Unos ignorantes han destrozado La Rendija, una gruta con una importante muestra de arte esquemático en Herencia», informa la asociación de arqueólogos en un mensaje en Twitter en el que destacaba el abandono de «todos esos lugares olvidados que existen en nuestro país».

Qué sucede con todos esos lugares olvidados que existen en nuestro país? lo que veis en las imágenes..
Unos ignorantes han destrozado La Rendija, una gruta con una importante muestra de arte esquemático en Herencia (CR)#SomosArqueología #SomosCultura #SomosFuturo#LaPEPAdenuncia pic.twitter.com/7Ea5nTRDQR

— Plataforma Estatal de Profesionales de Arqueología (@ArqueoPEPA) January 13, 2022

«A.M. y sus amigos se quedaron a gusto destrozando este sitio y quitando un problema al Ayuntamiento de Herencia, que se ha desatendido de los hechos, aparte de que nunca protegió y dio escasa difusión del patrimonio que albergaba«, añade ArqueoPEPA.



Situada en la Sierra de Herencia, en un cerro denominado 'El Torcón', La Rendija es una grieta larga y estrecha, de 17 metros de anchura, poco más de un metro de altura y 8 metros de profundidad, que alberga en la pared del fondo, en el techo y en los laterales pinturas de Arte Esquemático. José Almodóvar Romero publicó un breve estudio sobre ellas titulado 'Arte rupestre en Herencia: La Rendija'.


El ataque se conoce justo un mes después de que otra famosa pintura rupestre de Jaén, conocida como Las Sacerdotisas, fuera objeto de otro acto vandálico. Pintadas hace al menos 4.000 años en el abrigo de Los Órganos del parque natural de Despeñaperros, Las Sacerdotisas fueron atacadas por uno o varios desaprensivos que, provistos de un espray o algún tipo de laca, se desplazaron a este alejado paraje y rociaron con esmalte rosa estas figuras antropomorfas. La Junta se ha hecho cargo de su restauración.